En el mundo de TikTok y de las redes sociales en general, Carmelita Flow se ha convertido en uno de los nombres del momento. La agricultora consiguió alcanzar una gran repercusión social tras publicar un vídeo en el que invitaba a Irene Montero a trabajar un día en el campo con ella y sus compañeros. Desde entonces, su reclamo por la «igualdad real» se ha hecho cada vez más viral.
El contenido que la tiktoker crea en su perfil genera mucha interacción con sus seguidores y con otros usuarios interesados en el mundo rural. Es por eso que su objetivo está llegando a más personas y, por lo tanto, alcanza mayor repercusión.
Preguntada por él, Carmelita cuenta a Jara y Sedal que utiliza esta red social como forma de expresarse sobre ciertos temas de actualidad: «También para dar una opinión acerca de cuestiones que me parecen necesarias en mi vida. Hago directos donde expongo situaciones y momentos que pasamos y sirven, de una forma u otra, como autoayuda para personas que lo necesitan», destaca.
Carmelita Flow y su lucha por la igualdad
En muchos de sus vídeos, reivindica la igualdad entre hombres y mujeres. «Lo que me ha llevado a hacerlos son las ideas en las que creo: igualdad respecto a la situación actual del país y, sobre todo, ciertas leyes que para mí no nos benefician en nada a las mujeres, y mucho menos a los hombres. No me puede representar alguien de quien pienso que tiene una fobia horrorosa respecto al sexo masculino», ha manifestado.
Referente a la publicación en la que invitaba a Irene Montero a trabajar en una jornada en el campo, la tiktoker detalla: «Surge un día normal en el que estaba con mis compañeros».
«Varios de ellos están atravesando momentos muy duros y, a día de hoy, tienen la custodia de sus hijos sin recibir ningún tipo de ayuda ni psicológica ni, obviamente, social. Yo me siento igual que un hombre, porque ante todo soy persona, de ahí mi vídeo. No la invito a trabajar, porque para eso ella tiene su trabajo, la invito a rodearse de hombres y ver el sufrimiento que también padecen a causa de leyes como las que ella misma aplica y diseña», ha añadido.
Las reacciones a este contenido fueron muy diversas, pero asegura que ha recibido «muchas muestras de cariño», sobre todo, de personas que se identifican con ella. Por el contrario, dice que «las críticas recibidas son impactantes». «Pero no me pillan por sorpresa, son de personas que sí se identifican con Podemos», añade.
«Me llaman facha, me llaman de extrema derecha, cuando no me identifico 100% con ningún partido político. Hacen alusión a que solo aparezco en canales de derechas. Aparezco, ni más ni menos, donde se me da la oportunidad de expresarme de manera libre», ha sentenciado.
En la misma línea, ha confesado que lo peor a lo que tiene que enfrentarse con sus vídeos es a «intentar que entren en razón o que alguien entienda que es tu opinión y tiene que ser respetada. Eso es algo muy complicado. La mayoría de personas te comentan insultos enfocados a tu físico y esas tienen grandes frustraciones en la vida. Por lo tanto, indiferencia y poco más».
Así es un día normal en su vida
Fuera de la esfera de las redes sociales, Carmelita lleva trabajando en el campo desde los 18 años. En este sentido, un día normal suyo es «un poco rutina». «Voy al trabajo muy temprano y mis niñas al cole. Al salir, comemos y las llevamos al parque para, después, volver a casa a hacer las tareas. Por la mañana ni su padre ni yo podemos, porque no estamos. Lo último que hacemos es darnos un baño, cenar y a dormir».
«Cuando ellos duermen, aprovecho y me conecto un ratito en TikTok», ha finalizado contando la creadora de contenidos, que seguirá exprimiendo cada momento libre para continuar con su lucha.