La puesta en marcha del sistema CapturCYL, obligatorio desde comienzos de temporada para el precintado digital de piezas de caza mayor en Castilla y León, ha abierto un conflicto de fondo entre la Junta y el sector cinegético. La Federación regional, con Santiago Iturmendi al frente, sostiene que la aplicación nació sin pruebas suficientes, sin consenso y con errores que han complicado el trabajo de miles de cazadores en los primeros meses de uso.
En el mundo rural, la polémica se ha extendido con rapidez. La herramienta digital, concebida por la Consejería de Medio Ambiente para controlar las capturas, ha chocado con la falta de cobertura, los fallos técnicos, la ausencia de formación previa y la preocupación por las consecuencias legales de utilizar un sistema que muchos consideran frágil e improvisado. Iturmendi repasa en esta entrevista las causas del conflicto, los errores cometidos y las medidas que la Federación exigirá para corregir la situación.
A lo largo del cuestionario, el presidente federativo detalla ejemplos concretos de los problemas surgidos, carga contra la obligatoriedad del precinto digital para el jabalí y avanza un ultimátum a la Junta si no se derogan las normas actuales y se ofrece una alternativa práctica, segura y viable.
Pregunta. ¿Puede resumirnos en pocas palabras qué ha supuesto la implantación del sistema CapturCYL para los cazadores de Castilla y León?
Respuesta. Bueno, una novedad no deseada, que ha generado desconcierto y mucho cabreo en todo el sector, sobre todo en los cazadores más veteranos y también en el mundo rural, por sus posibles consecuencias para la actividad.
P. ¿Puede ponernos algún ejemplo real de los problemas que se han encontrado los cazadores al salir al campo?
R. Cualquiera que nos podamos imaginar y algunos que nadie pensaba y vamos descubriendo en el día a día. Desde la falta de cobertura en muchas zonas, a los defectos propios de la aplicación y otros por falta de previsión de todas las casuísticas que no se habían contemplado en el desarrollo de la aplicación. Si a esto añadimos el desconocimiento de su funcionamiento por los Servicios Territoriales y la mayoría de los agentes medio ambientales y del Seprona, cualquier situación que nos imaginemos es fácil de entender. No hablemos de los cazadores de edad que no tienen acceso a este tipo de tecnologías, para los que conseguimos una alternativa, que al final fue en papel, pero que es un sistema muy vulnerable.
P. La Junta implantó el sistema prácticamente en pleno inicio de la temporada: ¿cómo valora esa decisión y qué consecuencias ha tenido en el campo?
R. Sin duda este ha sido el principal problema. Se ha hecho sin previsión y con precipitación (a última hora); sin testado previo en campo y sin formación de todos los actores afectos: cazadores, titulares, gestores cinegéticos y agentes de la autoridad. Una aplicación que afecta a un volumen tan importante de usuarios y que además se tiene que utilizar de forma individual en el campo y sin posibles ayudas, tiene que tener unos años de evolución para su puesta en marcha, no de la noche a la mañana.
P. ¿Por qué es especialmente problemático el precintado de los jabalíes que se exige ahora?
R. El jabalí no se debe precintar, nunca se ha hecho y precisamente ahora lo que se debe hacer es dar facilidades para su caza porque hay superpoblación, con todas las consecuencias que estamos viendo que esto provoca: accidentes en carretera, epizootias, daños a cultivos, etc. Todas las demás cuestiones que podamos añadir sobre los inconvenientes que supone el precintado para la práctica cinegética sobre esta especie, creo que sobran en este momento.
Tensiones con la Junta y origen del conflicto
P. ¿Por qué se ha llegado a esta situación? ¿Contó la Junta con la Federación a la hora de plantear este proyecto?
R. Esta pregunta tiene mucha historia o relato como se dice ahora. El control de capturas de carácter voluntario previsto en la Ley se planteó así por la Federación. La maniobra de la Consejería para su implantación obligatoria a través del traslado de piezas de caza es en nuestra opinión una utilización espuria de la Ley.
La verdad es que más que contar se nos contó; con flagrantes incumplimientos también de los acuerdos adoptados, lo que nos ha obligado a tomar posiciones de fuerza e ir parcheando las distintas disposiciones. Por la Federación se pudo cazar en el calendario previsto, se quitó la caza menor del precintado y se arbitró una alternativa no digital para los cazadores que no pudieran o no quisieran usar la aplicación. Gracias a esta opción en papel, se ha podido cazar con cierta normalidad ante los fallos de la aplicación. Hemos conseguido también flexibilizar mucho las medidas de comunicación del cazador y el gestor tras las capturas en que no se usa la tecnología digital.
P. ¿CapturCYL se ha implantado o se ha impuesto? Entiendo que en ningún momento contó con el visto bueno de los representantes de los cazadores.
R. Nosotros hemos estado desde el primer momento en contra del precinto digital obligatorio; lo saben todos los cazadores y por lo tanto si se ha implantado o impuesto lo dirán los tribunales, pero en ningún caso habrá sido con nuestro beneplácito. Otra cosa es que desde nuestra posición en defensa de los intereses de los cazadores hayamos tomado una u otra decisión en cada momento. Entendimos que era necesario negociar para que la normativa fuera la mejor posible para los cazadores.
P. ¿Quién es, a su juicio, el responsable de que este polémico sistema haya salido adelante?
R. Hombre, los responsables siempre serán los que firman las normas, que en este caso han sido el Consejero y el Director General, pero el padre de la criatura es el Jefe del Servicio de caza y pesca de la Dirección General.
Propuestas, plazos y ultimátum
P. ¿Qué propone exactamente la Federación para solucionar el problema? ¿Qué alternativa concreta va a exigir a la Junta?
R. Lo primero sacar al jabalí del sistema de precintado. A la caza menor que ni se les ocurra meterla. Todos hemos visto el fracaso estrepitoso que ha sido la caza de la tórtola este año, que alguno ya habíamos pronosticado.
P. Usted ha declarado a nuestro medio que van a dar un ultimátum para que la Junta dé marcha atrás. ¿En qué consiste ese ultimátum?
R. Queremos que se deroguen las normas que lo regulan actualmente, que haya una alternativa al precinto digital lo más eficaz posible (el modelo de Aragón funciona muy bien) y solo sobre las especies que venían precintándose, que sea voluntario conforme a la vigente Ley de Caza y que conviva simultáneamente con el sistema anterior.
Esperemos a ver si antes de fin de año llegamos a puntos de encuentro. En otro caso continuaremos con el calendario de actuaciones previstas en defensa de los cazadores.
P. Si después de esa fecha la Junta no atiende su petición y no da marcha atrás. ¿Qué hará la Federación? ¿Se plantean acciones legales o movilizaciones?
R. Las acciones legales ya las han tomado desde la ACE y desde Vox, nosotros en su momento lo que hicimos fue buscar una alternativa para que el día 1 de abril se pudiera cazar. Una reclamación judicial tarda unos años en dar resultados y no soluciona el problema; nuestra prioridad fue que se pudiera cazar desde el primer día, ya que el corzo es básico para la gestión económica de los clubes de cazadores. Luego, como ya he dicho con anterioridad, que la práctica cinegética se pudiera desarrollar con la mayor normalidad que fuera posible.
P. ¿Estamos hablando de una manifestación en Valladolid?
R. Haremos lo que haga falta para defender la caza social. Si tenemos que movilizar al sector no nos va a temblar la mano en Valladolid o donde haga falta.
Mensaje final a los cazadores
P. Para finalizar, ¿qué mensaje quiere enviar hoy a los cazadores de Castilla y León, muchos de ellos desorientados y preocupados por la inseguridad jurídica en la que ahora se encuentran?
R. Que la Federación no va a permitir que se hagan normas que beneficien a la gente que se lucra con la caza. Vamos a defender a los cazadores de a pie y sobre todo a nuestros mayores, de los que hemos heredado y aprendido la pasión por la Naturaleza y por la Caza.
Los máximos responsables políticos de la Junta de Castilla y León, incluido su Presidente, han dicho muchas veces que la caza es esencial para nuestra tierra. Que lo demuestren y que no hagan más normas que lo que hacen es acabar de echar a los cazadores de la actividad. Muchos solo necesitaban este último empujón.








