El Parque Nacional de Doñana, uno de los espacios naturales más emblemáticos de España, enfrenta un nuevo desafío: la presencia de furtivos y perros que amenazan su biodiversidad. Un reciente estudio titulado ‘Perros cimarrones en el Parque Nacional de Doñana. Un estudio usando fototrampeo, ciencia ciudadana e inteligencia artificial’ ha revelado la magnitud de este problema.

El trabajo, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Huelva, alerta sobre la presencia de perros en Doñana y su impacto negativo en la biodiversidad. Los perros domésticos que deambulan por sus hábitats naturales, representan una grave amenaza para la vida silvestre, aumentando la presión de depredación, el riesgo de enfermedades y alterando el equilibrio ecológico de los ecosistemas.

Cámaras trampa e inteligencia artificial

Para llevar a cabo este estudio, se instalaron 60 cámaras trampa de manera aleatoria en el Parque Nacional de Doñana desde octubre de 2020 hasta enero de 2024. Estas cámaras capturaron más de 5.200.000 fotos, revelando la presencia de 33 perros en 31 eventos de detección en 22 ubicaciones diferentes. Los perros fueron detectados principalmente en grupos de 2 a 5 individuos.

Las imágenes obtenidas fueron analizadas utilizando inteligencia artificial y clasificaciones proporcionadas por la ciencia ciudadana, posteriormente validadas por expertos. Esto permitió identificar tres tipos principales de perros en Doñana: perros que acompañan a furtivos, perros que vagan libremente desde asentamientos humanos cercanos y perros asilvestrados que dependen de los recursos del área protegida.

Furtivos con perros pillados in fraganti

© Universidad de Huelva

En dos ocasiones, las cámaras trampa captaron a perros acompañados de humanos. En un caso, se trataba de cinco furtivos con una jauría de cinco perros, identificados por signos inequívocos de la actividad que estaban llevando a cabo. En otro caso, se observó a un hombre paseando a su perro sin signos evidentes de furtivismo. Además, se documentó a un ciervo rojo huyendo de un perro, lo que subraya el impacto negativo de estos animales en la fauna local.

La presencia de perros en Doñana representa una amenaza emergente para la biodiversidad, especialmente para especies en peligro de extinción como el lince ibérico (Lynx pardinus). El estudio documentó la muerte de seis hembras adultas de lince a causa de ataques de perros. Esta situación se suma a otros problemas que enfrenta Doñana, como la falta de agua, la localización de pozos ilegales y el uso de pesticidas en la agricultura circundante.

Los investigadores concluyen que se necesitan acciones urgentes para proteger Doñana. Recomiendan concienciar a las autoridades locales sobre los perros que vagan libremente, especialmente en los asentamientos cercanos al área protegida, donde su presencia debería prohibirse. Además, es crucial monitorear regularmente la presencia de perros dentro del parque para prevenir invasiones y sus impactos asociados.

Importancia de la vigilancia con cámaras trampa en Doñana

Este estudio subraya la importancia de utilizar cámaras trampa e integrar inteligencia artificial con ciencia ciudadana para monitorear especies invasoras de manera efectiva. Estas herramientas permiten obtener datos precisos y detallados sobre la presencia y el comportamiento de los animales, facilitando la implementación de medidas de conservación adecuadas.

En resumen, la invasión de perros y la actividad de furtivos en Doñana representan una grave amenaza para su biodiversidad, por lo que es fundamental tomar medidas urgentes para proteger este valioso ecosistema y garantizar la supervivencia de sus especies más vulnerables.