Durante el verano de 2023, la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad de Castilla-La Mancha publicó una resolución por la que aprobó el Plan de Gestión de Ungulados Silvestres del Parque Nacional de Cabañeros. Este, en un primer momento, iba a permanecer vigente durante los tres años siguientes a su aprobación, pero incluía la posibilidad de prorrogarlo por otro más.

El texto, publicado en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM), daba luz verde a realizar las acciones de control de las poblaciones de ungulados en el parque, el seguimiento poblacional y sanitario continuado de las diferentes especies, así como los métodos de control a utilizar y las épocas del año para llevarlo a cabo o el número de ejemplares a extraer, según sexo y clases de edad.

«Por necesidades de control de poblaciones, y con carácter excepcional, se podrá autorizar, en condiciones basadas en datos científicos y estrictamente tuteladas por la Administración, y cuando no exista otra solución satisfactoria, el empleo de artes cinegéticas, siempre y cuando no se organicen ni publiciten como actividad deportiva o recreativa, sino como actuación de control de poblaciones, se hayan utilizado tradicionalmente y no produzcan efectos negativos en el medio ambiente», recogía el mismo.

Tres ciervos en el Parque Nacional de Cabañeros.
Tres ciervos en el Parque Nacional de Cabañeros. © Shutterstock

Pese a no nombrar de manera directa a la caza como tal, sino como «artes cinegéticas», la resolución hizo oficial que la actividad volvería a estar permitida en el Parque Nacional de Cabañeros, al menos en las zonas públicas del mismo.

Un paso más para recuperar la caza en Cabañeros

Ahora, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que gestiona Cabañeros junto con el Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN) del Gobierno central, parece estar a punto de llegar a un acuerdo para el control de ciervos y jabalíes también en las fincas privadas del parque.

Respecto a ello ha hablado Susana Jara, directora general de Medio Natural y Biodiversidad de la Consejería de Desarrollo Sostenible, en una entrevista para Lanza. «Parece que están de acuerdo con el último borrador, más completo, que les dimos en septiembre y que hemos modificado con respecto al original que llevaba tiempo rodando», ha asegurado sobre los propietarios de las 15 fincas privadas de Cabañeros.

En este sentido, el texto recoge aplicar en dichas fincas la misma fórmula de control que ya se utilizó el año pasado en la parte pública del parque y que ha hecho posible reducir la densidad de ciervos a 20 ejemplares por hectárea.

Esa fórmula consiste, según apunta el citado medio, en combinar las capturas en vivo con recechos o aguardos, dependiendo de la densidad de animales presentes en cada finca, además de permitir las batidas de caza selectivas.


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El aspecto que han corregido de ese anterior borrador que no terminaba de convencer a los propietarios es que, además de recoger el control de poblaciones, también ofrece una gestión integral de la finca con la intervención de la administración, referente a las labores de conservación en los sistemas naturales tales como recuperación de especies emblemáticas, seguimiento de especies exóticas, gestión de ungulados e, incluso, prevención de incendios.

«El plan de control de ungulados en el parque nacional de Cabañeros es necesario, no hay depredadores naturales, el hecho de que haya una densidad elevada de ungulados afecta al hábitat que queremos proteger», ha reconocido Jara sobre la importancia de la caza en Cabañeros, aunque sigan sin referirse a ella por su nombre.

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