Hace ahora diez años un taxidermista entregaba a una familia de cazadores el trofeo de un ciervo por error. Ninguno de sus miembros había abatido al animal y, a pesar de que reclamaron que el profesional lo recogiese, este hecho nunca sucedió. Tras años intentando localizar a su legítimo dueño, ha acabado ahora en manos del párroco de la localidad madrileña de Chapinería, D. José Luis Cárdenas, quien ha contactado con Jara y Sedal para intentar entregarlo a su propietario.
«Me lo entregaron por mediación de mi hermano porque la familia llevaba diez años tratando de que les recogieran ese trofeo que no era suyo. Ya cansados me lo dieron hace unos días y estoy intentando localizar a su dueño», cuenta el sacerdote que además confiesa haber comenzado recientemente a aficionarse a la caza. «He estado buscando en internet las iniciales del cazador y la finca que se indica en la chapa del trofeo, pero no he conseguido mucha más información», asegura.
La intención del párroco es clara: publicar la imagen del trofeo del ciervo junto a las iniciales que aparecen en la tablilla (R.G.R.) grabadas por el taxidermista en su momento: «Quien lo abatió reconocerá el ciervo y sus iniciales e indicando dónde lo abatió y la fecha podrá demostrar que es suyo», apunta.
Tener el trofeo de otro cazador «no tiene sentido»
José Luis Cárdenas argumenta que «no tiene sentido quedarse con el trofeo de otro cazador» y que le da «pena» que esa persona, que en su día lo habría enviado al taxidermista, no haya podido disfrutar de él durante estos 10 años. Por ello quiere hacer un llamamiento a través de la página web de Jara y Sedal para que quien reconozca las iniciales R.G.R. y el trofeo, pueda contactar con Jara y Sedal para poder entregárselo.
Si eres el cazador que lo abatió o conoces al dueño del trofeo, puedes ponerte en contacto con la redacción de Jara y Sedal a través del correo electrónico [email protected] indicando la fecha en la que fue abatido y el nombre de la finca para concretar una fecha de entrega. Esperamos que gracias a la iniciativa del párroco de Chapinería, pueda encontrarse pronto a su dueño.