En los últimos tiempos, diversos comentarios en redes sociales y foros han manifestado preocupación por un aparente descenso en las poblaciones de corzo en ciertas áreas del norte y centro de España. Ante esta situación, la Asociación del Corzo Español (ACE) ha emitido una nota de prensa con el objetivo de aclarar la situación y aportar un enfoque riguroso sobre el tema.
En una nota de prensa, la ACE destaca que no se ha realizado ningún estudio científico que permita determinar con precisión avances o retrocesos demográficos en las poblaciones de corzo en Castilla y León y Castilla-La Mancha, las dos comunidades autónomas donde se concentran la mayoría de los comentarios sobre la aparente disminución de la especie. Además, la falta de uniformidad en los métodos de censo aplicados y la carencia de series temporales de datos impiden establecer comparaciones fiables, ya sea a nivel local, regional o autonómico.
La influencia de Cephenemyia stimulator
Uno de los argumentos más recurrentes en los comentarios es que la proliferación del parásito Cephenemyia stimulator estaría causando la disminución de corzos en ciertas áreas. Sin embargo, la ACE señala que esta es una hipótesis carente de base científica y que es necesario realizar estudios rigurosos para evaluar el impacto real de esta y otras afecciones en la demografía del corzo. En colaboración con el INVESAGA del campus de Lugo, la ACE ha detectado una alta incidencia de enfermedades parasitarias en el corzo. No obstante, aún no se ha podido determinar con certeza hasta qué punto estas afecciones están influyendo en la evolución de sus poblaciones.

La ACE recuerda también que las enfermedades parasitarias del corzo, incluida la Cephenemyia stimulator, son denso-dependientes. Es decir, su prevalencia está directamente relacionada con el crecimiento excesivo de la población de corzo en determinadas zonas, superando la capacidad de carga del hábitat.
Este crecimiento descontrolado de la especie en las últimas décadas se debería a varios factores: las características biológicas del corzo, el desajuste de los planes de aprovechamiento, la rigidez de la normativa y el escaso interés de algunos cazadores en cumplir con las capturas de hembras y juveniles donde la legislación lo permite.
Un ajuste demográfico natural
En caso de que se confirmara con datos contrastados una disminución significativa de la población de corzo en algunas zonas debido a enfermedades parasitarias, la ACE señala en su comunicado que este fenómeno podría interpretarse como una respuesta natural a los desequilibrios demográficos. La solución a esta situación pasa por aplicar una gestión adecuada que permita reajustar las densidades poblacionales y equilibrar las proporciones de sexo y edad en los diferentes acotados.
Lanzan un curso gratuito sobre enfermedades del corzo y su gestión cinegética
La ACE advierte además que, en casos de parasitaciones severas y desajustes graves en la población, la mejor estrategia de manejo debe ser rigurosa y dinámica, evitando en la mayoría de los casos el cese total del aprovechamiento cinegético. Según la asociación, la veda completa podría resultar contraproducente para la recuperación del corzo.

La dinámica natural del corzo
Desde la ACE se enfatiza que, al igual que se ha presenciado una expansión de la especie en las últimas décadas, también es posible que se produzca un cambio de tendencia dentro de la dinámica natural de la especie. Por todo ello, la asociación hace un llamamiento a la responsabilidad y al rigor en las afirmaciones que se realicen sobre el estado del corzo en foros públicos. Recuerdan que solo los datos obtenidos mediante métodos científicos contrastados pueden ser considerados como información válida y relevante para la gestión de la especie.