Esto ha ocurrido durante la mañana de este viernes, 28 de abril, en las escaleras del Ayuntamiento de Ponga, en Asturias. Aquí estaba prevista la celebración del Consejo de Gobierno y, minutos antes de que diera comienzo, han aparecido dos cabezas de lobos muertos a la entrada del edificio.

Según recoge El Comercio, el hecho podría haberse llevado a cabo como una fórmula de protesta. Y es que años atrás en buena parte de Asturias, especialmente en la comarca oriental, y también en Salas, aparecieron cabezas de lobos junto a las cunetas, en señales de tráfico, e incluso en una ocasión se encontró la cabeza y el rabo de un lobo en una piscina municipal de Infiesto.

Una de las cabezas de lobo que han aparecido en la puerta del consistorio.

El presidente del Gobierno, Adrián Barbón, ha calificado estos actos como un «delito ambiental», cuya investigación ya corre a cargo del Seprona. «No es lo que nosotros defendemos, mi condena rotunda y radical», aseguraba el jefe del Ejecutivo asturiano, que apuntó además que detrás de estas actuaciones se sitúan «radicales que actúan de manera ajena al cumplimiento de las leyes».

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