Eugenio Monesma es un reconocido realizador de cine etnográfico que, con bastante frecuencia, comparte algunos fragmentos de sus documentales, gracias a los que nos recuerda las costumbres y oficios tradicionales de España. Este del que vamos a hablar a continuación nos hace conocedores de las labores que los espigoleros realizaban en la antigüedad.
Así lo hemos podido ver en su perfil de TikTok (@eugenio_documentales), en el que cuenta con cerca de un millón de seguidores. A todos ellos los tiene acostumbrados a este tipo de contenidos de la España rural de antaño, como este que se ha hecho tan viral que ha conseguido alcanzar las casi 600.000 visualizaciones y ha provocado la reacción de más de 12.500 usuarios en forma de ‘Me gusta’.
Un documental para conocer a los antiguos espigoleros
Los espigoleros eran los encargados de llevar a cabo la destilación de lavanda o espliego para, de este modo, poder obtener su esencia natural de una forma 100% artesana en el monte. Tal y como han explicado en el documental, durante una jornada de trabajo, un hombre «podía segar de 250 a 300 kilos de espliego».
Llegados a la media mañana, estos trabajadores ya contaban con la cantidad suficiente para poder llenar la caldera. «La caldera está dividida en dos partes, en la inferior, separada por una rejilla, caben unos 40 o 50 cubos de agua que estos hombres obtienen de la acequia», continúa detallando.
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Cuando pesan los fajos de espliego, pero antes de que el agua empiece a hervir, los espigoleros comienzan a llenar la parte superior de la caldera con las matas, cabiendo en ella «entre 450 y 500 kilos de planta bien prensada».
Asimismo, con el objetivo de impedir cualquier escape durante la ebullición, estos sellan con barro la juntura de las dos piezas. Es a partir de ese momento cuando la caldera tiene que estar cociendo en torno a una hora o una hora y media, hasta que se evapore todo el agua.
«La obtención del espliego es un proceso de destilación», sigue contando el documental. «El vapor del agua que hierve en la caldera se mezcla con los aceites esenciales, evaporados del espliego, y salen por el único espacio que hay abierto: un tubo en la parte superior de la caldera». Dicho tubo permanece sumergido en la acequia de agua corriente y tiene un largo recorrido.
En el instante en el que los gases entran en contacto con la superficie fría del interior del tubo, se licúan y salen al exterior en forma de gotas. Al haber tanta diferencia entre la proporción de la planta de espliego destilada que usan y la esencia que obtienen, puesto que por cada 500 kilos de planta, se obtienen unos cuatro kilos de esencia, esto explica que los espigoleros trataran de «impedir que se pierda una gota del producto», termina aclarando el documental.