La última ocurrencia del activismo animalista tiene como escenario una de las discotecas más conocidas de España. AnimaNaturalis ha anunciado que ha presentado una denuncia formal contra Fábrik, en Humanes de Madrid, por mantener desde hace años una pecera con peces dentro del local. Según la organización, el simple hecho de que los animales convivan con música alta, iluminación intensa y la actividad propia de una discoteca constituye una vulneración grave de la legislación de bienestar animal.
En su nota de prensa, AnimaNaturalis asegura que los peces estarían sometidos de forma permanente a ruido extremo, vibraciones, luces estroboscópicas y golpes derivados del movimiento del público, lo que, a su juicio, les provoca «estrés continuado» y una situación de sufrimiento incompatible con la ley.
La denuncia se apoya en la Ley 7/2023 de bienestar animal y en la Ley 4/2016 de la Comunidad de Madrid, normas que, según la organización, prohíben exhibir animales en locales de ocio y castigan con sanciones de entre 10.001 y 50.000 euros situaciones que generen sufrimiento «evitable y continuado». La abogada de la entidad, Cristina Ibáñez, sostiene que una pecera en una discoteca «no es un elemento decorativo inocuo» porque los peces son «seres sintientes» altamente sensibles al ruido y a los cambios de luz.
Con este argumento, AnimaNaturalis ha pedido al Ayuntamiento de Humanes que abra un expediente sancionador, adopte medidas inmediatas y, si lo considera oportuno, retire los peces para trasladarlos a «instalaciones adecuadas».
Una organización anticaza
Más allá de la escena casi surrealista de unos peces convertidos en protagonistas de la noche tecno madrileña, la denuncia vuelve a situar en el foco de la actualidad a AnimaNaturalis, una organización conocida por su beligerancia contra la caza, la pesca y cualquier actividad relacionada con el uso tradicional de animales.
La entidad está dirigida en España por Aïda Gascón, una de las caras más visibles del animalismo radical y responsable del programa electoral de Sumar en materia de derechos animales. Gascón fue precisamente la protagonista de una reciente polémica tras asegurar que estaba «comiendo palomitas contemplando el derrumbe del sector» porcino tras la llegada de la peste porcina africana (PPA) a España. Un comentario frívolo que generó un profundo malestar en el sector ganadero e, incluso, animalista, al mostrar tan poco respeto por la vida de los miles de cerdos y jabalíes que van a ser sacrificados o morir como consecuencia de la enfermedad.








