Andalucía ha dado un paso significativo hacia la recuperación de la caza de la tórtola europea (Streptopelia turtur) con la implementación de un plan adaptativo. El Consejo de Gobierno ha revisado las acciones llevadas a cabo por la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente en el marco del plan de acción internacional para la conservación de la tórtola europea 2018-2028. Este informe subraya el compromiso continuo de la Junta de Andalucía con la conservación de la especie, un ave migratoria que ha sufrido un notable declive en las últimas décadas.
Desde la entrada en vigor de este plan de acción, Andalucía ha implementado varias medidas clave para la recuperación de esta especie. Una de las más destacadas ha sido la adopción de la ‘cuota cero’ desde la temporada 2021/2022, prohibiendo la caza de la tórtola en la comunidad autónoma durante cuatro temporadas consecutivas. Esta medida ha sido fundamental para la recuperación de las poblaciones de tórtola en los hábitats andaluces. La Comisión Europea ha señalado que esta suspensión ha favorecido la supervivencia de los ejemplares, especialmente a lo largo de la ruta migratoria occidental, en la que se encuentra Andalucía, recomendando mantener la moratoria de suspensión de la caza de esta especie hasta 2024.
El plan de acción, adoptado en la Conferencia de las Partes para la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS COP12), se articula en torno a siete objetivos estratégicos que buscan involucrar a todas las partes interesadas, incluyendo agricultores, cazadores, propietarios de terrenos y organizaciones conservacionistas. Uno de sus ejes principales es la creación de un sistema de caza sostenible, lo que ha llevado a la reducción progresiva de la presión cinegética sobre la tórtola en Andalucía, con el objetivo de garantizar su conservación a largo plazo.
Informes de los cazadores ante un posible regreso de la caza de la tórtola en 2025
A nivel autonómico, la Ley 8/2003 de Flora y Fauna Silvestres de Andalucía promueve el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad, sin ocasionar perjuicios a largo plazo y manteniendo sus posibilidades para las generaciones actuales y futuras. En línea con esta legislación, la Junta de Andalucía ha intensificado sus esfuerzos para restaurar los hábitats de la tórtola europea y garantizar un equilibrio adecuado en sus ecosistemas. Una de las innovaciones más significativas en las acciones de conservación ha sido la implicación de los titulares de cotos de caza en la adopción de medidas de mejora de hábitats. A través de la resolución de cuota cero para la temporada 2024/2025, anticipándose a la posibilidad de que para la 2025/2026 se pueda aprobar un cupo de capturas positivo en España, la Junta de Andalucía ha invitado a estos actores a presentar informes anuales que describan las acciones concretas llevadas a cabo para beneficiar los hábitats de la tórtola europea.
Estas acciones incluyen, entre otras, el mantenimiento de márgenes arbolados, la creación de franjas de barbecho en campos de cultivo y la restauración de zonas ribereñas, todas orientadas a ofrecer un entorno más propicio para la reproducción y supervivencia de la especie. Asimismo, destacan otras medidas como el pastoreo controlado para evitar el crecimiento excesivo de matorrales y la instalación de puntos de agua naturalizados que benefician a la tórtola y a otras especies de fauna silvestre.
Estas medidas de gestión de hábitats serán tenidas en cuenta a la hora de establecer futuros cupos de caza, una vez que la Comisión Europea considere que se han cumplido los requisitos necesarios para reanudar la actividad cinegética. La inclusión de estos informes en la planificación de capturas es un paso hacia la gestión adaptativa, un enfoque que promueve un equilibrio entre la conservación de la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos naturales, asegurando que la caza de la tórtola, cuando se reanude, sea sostenible y respetuosa con los ecosistemas.
La Junta reconoce que «aún queda mucho»
A pesar de los avances logrados, la Junta de Andalucía es consciente de que «aún queda mucho por hacer para garantizar la plena recuperación de la tórtola europea». Por ello, ha insistido en la necesidad de continuar con el monitoreo y la investigación sobre la especie y sus hábitats, así como en el desarrollo de sistemas efectivos de control y aplicación de la ley. Una de las herramientas más destacadas es el precinto digital de caza, un sistema electrónico que permitirá a los cazadores registrar sus capturas en tiempo real a través de una aplicación móvil, facilitando así una gestión más precisa y transparente de las actividades cinegéticas.
El precinto digital ha sido desarrollado por la Fundación Artemisan y puesto a disposición de las comunidades autónomas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Este sistema no sólo mejora el control sobre las capturas, sino que también permite planificar la distribución de los cupos de caza de manera equitativa y eficiente. En Andalucía, su implementación será clave para asegurar el cumplimiento de las cuotas de caza que puedan establecerse en el futuro, una vez que la Comisión Europea autorice la caza de la tórtola bajo condiciones estrictas de sostenibilidad.
El compromiso de la Junta de Andalucía con la conservación de la tórtola europea es firme y se basa en una combinación de medidas cinegéticas y de restauración de hábitats que han demostrado ser eficaces. A medida que se avanza hacia la posibilidad de reanudar la caza de la especie en un marco de sostenibilidad, la colaboración entre las autoridades, los cazadores y las organizaciones conservacionistas seguirá siendo crucial para garantizar un equilibrio adecuado entre la conservación de la biodiversidad y el aprovechamiento responsable de los recursos naturales.
Asimismo, también responde a las líneas de trabajo que se desarrollan en colaboración con la Federación Andaluza de Caza (FAC), en el marco del ‘Pacto por la Caza’, para la puesta en marcha del plan adaptativo de la caza sostenible de la tórtola. Este protocolo, firmado con la FAC, busca avanzar en la gestión sostenible de la actividad cinegética, promoviendo un equilibrio entre la preservación de la biodiversidad y el desarrollo rural, y asegurando que la caza se practique de manera responsable y respetuosa con el medio ambiente.