Agricultores y cazadores procedentes de cinco provincias andaluzas conocieron de primera mano un proyecto pionero en la recuperación de la Perdiz Roja al participar en una jornada demostrativa del Proyecto Rufa celebrada este sábado en la Sociedad de Cazadores “Crestagallo” de Almargen.

Un total de 22 sociedades de cazadores de las provincias de Málaga, Córdoba, Granada, Sevilla y Cádiz participaron en una jornada organizada por la Sociedad de Cazadores “Crestagallo”, la Fundación Artemisan y la Federación Andaluza de Caza para conocer las claves, funcionamiento y la aplicación del RUFA en esta localidad malagueña, un proyecto que comenzó en 2020 y que ha demostrado que la sinergia entre agricultura y caza para crear hábitats favorables para la Perdiz Roja no sólo es posible, sino que representa el único camino para la recuperación de las poblaciones de esta especie.

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Durante la jornada, que también contó con el apoyo del Ayuntamiento de Almargen, técnicos de la Fundación Artemisan y de la Federación Andaluza de Caza explicaron los aspectos fundamentales de un proyecto que contempla dos grandes bloques de trabajo: por un lado una correcta gestión cinegética, monitorizando las poblaciones de patirrojas, estableciendo cupos de captura acordes a la realidad y aplicando medidas como el control de predadores para mantener un equilibrio ecológico, y por otro apostar por la mejora de hábitats con el aporte suplementario de agua y alimento pero, sobre todo, con la siembra de márgenes multifuncionales que aportan refugio y alimento a la perdiz durante todo el año.

Precisamente, agricultores de la zona y representantes de las 22 sociedades de caza presentes pudieron visitar sobre el terreno estas siembras específicas, realizadas por los cazadores en lindes y perímetros de las parcelas con la colaboración de los agricultores y propietarios que, por su parte, se comprometen a no labrar y a las que no se aplica ningún tipo plaguicida o tratamiento químico. Para completar esta potente sinergia entre agricultores y cazadores, estos compensan económicamente a los agricultores con una inversión, que sólo en Almargen asciende a más de 3.000 euros anuales, realizada exclusivamente con recursos de los cazadores.

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El tipo de siembras que se realizan, la posibilidad de que los propietarios puedan acceder a ayudas relacionadas con el ‘pago verde’ de la PAC por la siembra de estos márgenes funcionales ó la posibilidad de adaptar estos márgenes al a realidad de cada coto fueron algunas de las preguntas planteadas por los cazadores durante la visita de campo al proyecto en la que, además, algunos de los agricultores y propietarios que están colaborando directamente con el Proyecto RUFA, y cuyas tierras se encuentran dentro del proyecto en Almargen, pudieron transmitir su experiencia a las sociedades de caza.

Control de predadores

La visita de campo finalizó con una breve explicación práctica sobre la aplicación de las medidas de control de predadores, autorizadas con carácter excepcional como parte de este proyecto científico. El guarda de la sociedad de cazadores almargeña y Carlos Lázaro, técnico de Fundación Artemisan, mostraron algunos de los métodos homologados por su selectividad y no letalidad que se aplican como parte del proyecto para garantizar el equilibrio ecológico entre predadores y poblaciones de perdices.

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Pese a que actualmente el control de predadores en Andalucía solo se autoriza excepcionalmente en Almargen con motivo del desarrollo de este proyecto científico, representantes de la Federación Andaluza de Caza recordaron a las sociedades de cazadores presentes que la Orden de Control de Predadores, a cuya publicación se comprometió la Junta de Andalucía directamente con la FAC durante esta temporada, se encuentra en una fase muy avanzada de tramitación, por lo que debería ver la luz en los próximos meses.

«Esta jornada nace con el objetivo de demostrar que es posible una sinergia entre cazadores y agricultores para garantizar la conservación sin renunciar al objetivo, fundamental, de obtener la máxima rentabilidad agraria. Así lo hemos demostrado en Almargen con el trabajo conjunto de todos los agentes y entidades involucradas en RUFA», explica José María Mancheño, presidente de la Federación Andaluza de Caza, quien añade que «ahora es el momento de que, conociéndolo sobre el terreno, otras sociedades de caza andaluzas abran el camino para intentar poner en marcha en sus cotos unas medidas que son la única solución real al declive de la biodiversidad y la caza menor».

Durante la clausura de la jornada demostrativa del RUFA en Almargen, la alcaldesa del municipio malagueño, María del Carmen Romero, agradeció en nombre de su localidad el trabajo de todos los implicados en haber convertido al proyecto RUFA en un referente no sólo de conservación, sino también de trabajo conjunto por parte de científicos, cazadores, agricultores y representantes públicos. El acto finalizó con un almuerzo de convivencia en el que todos los cazadores presentes agradecieron a los agricultores que aportan sus tierras al RUFA en Almargen, su colaboración y su apuesta por la conservación de la biodiversidad.

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