Mathieu Sallillas es un agricultor de unos cuarenta años que vive en el municipio de Saint-Gervais-sur-Mare, ubicado en el departamento de Hérault, en Francia. Él ha sido la víctima de una escena en la que dos ladrones intentaron robarle el combustible de su vehículo.
El pasado martes, 5 de noviembre, este trabajador del mundo rural, antiguo agente de la ONF (Oficina Nacional Forestal), fue juzgado por el Tribunal de primera instancia de Béziers después de haber sido acusado por «violencia con arma» contra esos dos individuos.
Todo esto ocurrió en el mes de mayo de este año 2024. Para entonces, Mathieu ya había sido víctima de anteriores robos en la producción, el material y el combustible de su granja en numerosas ocasiones. Esta vez se dio cuenta de que estaba volviendo a sufrir algo parecido gracias al sistema de videovigilancia que había instalado.
Un accidente en plena persecución
Ante tales hechos, el agricultor dio aviso a la Policía y, tras ello, acudió al lugar en el que se encontraban los ladrones. Al verle aparecer, estos decidieron huir en su coche y fue el momento en el que dio comienzo la persecución.
De repente, en una curva de la carretera, Mathieu chocó contra la parte trasera del vehículo de los ladrones y este salió fuera de la carretera. Ese día, la Gendarmería había recibido la denuncia del agricultor por el enésimo intento de robo que sufría, pero se añadió un nuevo procedimiento después de que los dos individuos presentaran otra denuncia contra su víctima por el accidente.
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Por estos hechos, Mathieu tuvo que acudir al tribunal y lo hizo acompañado de una cuarentena de compañeros agricultores para dejar constancia de la frustración del mundo rural en lo que respecta a la escena que estaba teniendo lugar.
Finalmente, todos los actores de este capítulo fueron condenados. El agricultor tendrá que pagar una multa de 1.000 euros, mientras que los dos ladrones, que habían recibido el mismo castigo, terminaron siendo indultados.