La escena se produjo durante una jornada de trabajo rutinaria. Mientras cosechaba girasol en su finca, el agricultor Eduardo Luna Casaus se topó con algo que no esperaba encontrar en mitad del campo: una red colocada de forma intencionada para capturar aves de manera ilegal. Lo que vino después fue una intervención improvisada, grabada en vídeo, que ha terminado convirtiéndose en una lección práctica de respeto por la fauna silvestre.
El propio agricultor explica en las imágenes cómo detectaron la trampa y el peligro que suponía incluso para la maquinaria agrícola. «Estábamos tranquilamente cosechando y de repente… Pues no sé, habría… ¿aquí habrá más de cincuenta metros de red? Que pone la gente para coger pájaros, todo ilegal y abandonan, pájaros muertos. Ya nos hemos encontrado dos».
La red, casi invisible, estaba tensada entre el girasol. Su grosor y resistencia hacían imposible romperla sin riesgo. «Es una red superfina. Si la cojo con la cosechadora, cuando lo unes ya no, ya no hay quien lo rompa. Entonces, te la puedes liar bien liada», reconoce.
Antes de retirar la trampa, Luna comenzó a revisar los animales atrapados. Algunos ya habían muerto, otros seguían con vida, exhaustos tras horas —o días— enredados.
Aves atrapadas y rescate improvisado
En el vídeo se observa cómo el agricultor va liberando uno a uno a los ejemplares que aún respiran. «Mira, este aún vive. Me cago en diez… Para quitar eso». Con cuidado, suelta a varias aves, identificando algunas especies sobre la marcha.
«Esto no sé lo que es, pero es precioso. Me cago en…. ¡Ah! Este es precioso, ¿eh? Este es, un jilguerillo, una cardelina. Ahí va, que lo soltamos». En otros casos, los animales apenas tienen fuerzas para volar.
La intervención no se limita a liberar y marcharse. Cuando comprueban que algunos ejemplares están demasiado débiles, toman una decisión distinta. «Y como esto tiene que tener un final feliz, nos llevamos los vivos para que se recuperaran y después soltarlos».
Una práctica ilegal y abandonada en el campo
La colocación de redes sin supervisión para capturar aves silvestres está prohibida por la legislación española y europea. Se trata de métodos no selectivos que provocan una elevada mortalidad, especialmente cuando, como en este caso, las trampas se abandonan sin control.
Además del daño a la fauna, estas redes suponen un riesgo añadido para agricultores y maquinaria pesada durante las labores de recolección. La grabación de Luna Casaus pone el foco en una práctica que puede pasar desapercibida, lejos de carreteras y núcleos urbanos.
Sin discursos grandilocuentes ni mensajes forzados, el agricultor deja claro con sus actos quién protege realmente el campo. Retirar la red, liberar a los animales y hacerse cargo de los más débiles hasta poder soltarlos resume una forma de entender la naturaleza basada en hechos, no en palabras.








