El primer informe oficial sobre la gestión de la protección animal en España pone fin a años de polémica y titulares basados en estimaciones sin contrastar. Según los datos del propio Gobierno, solo el 12,9 % de los perros que ingresan en los centros de acogida pertenecen a razas de caza. Un porcentaje muy alejado del relato difundido por organizaciones anticaza y partidos animalistas.

Los resultados del Estudio sobre la gestión de la protección animal en España, elaborado a partir de la información de casi 300 ayuntamientos y protectoras, marcan un antes y un después en el debate. Por primera vez, la Administración ofrece cifras oficiales que desmienten los mensajes sobre un supuesto abandono masivo de galgos y otras razas cinegéticas. Las conclusiones contrastan con los más de 12.000 perros de caza abandonados que PACMA aseguró en 2022, o con los 50.000 galgos que, según algunas campañas, eran dejados a su suerte en la calle cada año por cazadores.

Datos que desmienten una narrativa

El informe, analizado esta semana por Jara y Sedal, confirma que de los 18.764 perros recogidos por los centros de acogida en 2023, solo el 12,9 % eran de razas de caza. Aún más revelador es que apenas un 2,8 % correspondían a galgos, una cifra muy inferior a las difundidas por entidades animalistas durante la última década.

Otro de los aspectos que pone de relieve el estudio es la diferencia entre los datos que aportan los servicios municipales y los declarados por las propias protectoras. Mientras estas aseguran que el 22,3 % de los perros que reciben son de caza, los registros oficiales de los ayuntamientos sitúan esa cifra en un 9,3 %, menos de la mitad. Esta disparidad refuerza la idea de que las estadísticas utilizadas por ciertos grupos carecían de control y contrastación.

El documento no solo se detiene en los abandonos, sino también en las adopciones. De los 18.009 perros adoptados en 2023, el 13,1 % pertenecían a razas de caza, lo que demuestra que estos animales encuentran hogar con la misma o incluso mayor facilidad que el resto. En total, unos 1.248 perros de caza fueron adoptados el pasado año.

La Federación Andaluza de Caza celebra el paso

La Federación Andaluza de Caza (FAC) ha acogido con satisfacción la publicación de estos datos, que respaldan años de trabajo frente a una campaña sostenida de desprestigio contra los cazadores. El propio presidente de la FAC, José María Mancheño, ha subrayado la importancia de este estudio como punto de inflexión: «Hace ya muchos años que somos testigos de una injusta campaña de criminalización en la que se utilizan cifras sin base. Desde la FAC vamos a seguir trabajando para que se muestre la realidad y se reconozca el cuidado y compromiso de nuestros cazadores con sus animales».

El organismo andaluz lleva años reclamando informes públicos y contrastados que permitan desmontar con rigor los bulos sobre abandono. Sus esfuerzos se centran en exigir transparencia a las instituciones y en promover políticas que reconozcan el papel responsable del colectivo cinegético en la gestión y el bienestar de sus perros.

La publicación de este estudio, impulsado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, supone el primer paso para reequilibrar un debate dominado durante años por mensajes sesgados. Los datos oficiales no solo corrigen una percepción distorsionada, sino que abren la puerta a un diálogo basado en hechos y no en campañas emocionales o ideológicas.

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