La autora ha afirmado que los puestos referentes a medioambiente ocupados por “personas urbanitas” han provocado “leyes de despacho que no solo no protegen el medio ambiente, sino que lo perjudican”.
21/6/2017 | Redacción JyS
Según publica eldiario.es, Julia Escorihuela, gerente del Parque Geológico de Aliaga (Teruel), ha elaborado un estudio entre los visitantes de éste. Esta investigación refleja que la población cada vez está más alejada del medioambiente y del medio rural.
La revista científica Episodes ha publicado las conclusiones de este estudio. En ellas, la autora, que lleva 15 años guiando a los visitantes del parque y ha realizado encuestas durante los últimos cinco, afirma que al principio estaba “desconcertada ante tanta carencia de información”.
Según el medio citado anteriormente, cuando empezó a analizar los datos que desvelaban las encuestas, Escorihuela se percató de que la mayoría de los participantes demostraron no tener conocimientos básicos sobre seguridad ambiental, asuntos tan elementales como que no se deben construir viviendas en los cauces de los ríos. Además, tanto menores como adultos no perciben los verdaderos problemas para la naturaleza.
Escorihuela cree que esto es una muestra del alejamiento de la mayor parte de las personas del mundo rural, bien porque son hijos o nietos de los que emigraron o porque nunca han tenido vinculación con esta cultura de los pueblos, pegada a la tierra.
Así, la autora explica a eldiario.es que “se nota cuando son personas que han tenido un abuelo en el pueblo, o primos con los que pasaban el verano en localidades rurales”. Además, Escorihuela afirma que lo que se muestra es una realidad que “ya se está viendo en la política”.
La investigadora ha querido alertar sobre los puestos que ocupa “gente urbanita” en materia de medioambiente. Asegura que estas personas han tenido más fácil el acceso a estudios superiores, porque para alguien que vive en el mundo rural es más caro, y como consecuencia dice, esto ha provocado “leyes de despacho que no solo no protegen el medio ambiente, sino que lo perjudican”.
Además, Escorihuela afirma que este desconocimiento del mundo rural y del respeto por la naturaleza está provocado por la falta de contenidos medioambientales en colegios e institutos. “El ballet o el inglés están muy bien como actividad extraescolar, pero ¿por qué no actividades en el campo?”, afirma al medio nacional.
Por otro lado, se muestra convencida de que la solución pasa por llevar este tipo de educación a los más pequeños. “A los niños hay que ponerlos en la tierra”, asegura mientras afirma que hay que hablarles de la naturaleza, y de actividades como la minería o el fracking. “La cultura campesina y la cultura académica tienen que ir de la mano”, concluye Escorihuela.