Agentes de la Guardia Civil han detenido en Cádiz a dos individuos acusados de furtivismo y de amenazar gravemente a los guardas que los pillaron in fraganti. El incidente tuvo lugar en un coto de caza donde los trabajadores encargados de vigilar el terreno cinegético se toparon con una escena que desafiaba la tranquilidad habitual del entorno natural.

Según ha informado Europa Sur, los presuntos furtivos iban equipados con medios de última tecnología. Contaban con punteros láser, visores térmicos e inhibidores de frecuencia para eludir cualquier señal de alarma de los guardas del coto. También llevaban un rifle equipado con un silenciador y cargado con una bala en la recámara.

Los furtivos amenazaron a los guardas rifle en mano

© Guardia Civil

La situación se complicó rápidamente cuando los furtivos, al verse descubiertos, apuntaron con su arma a los guardas, amenazándolos con abrir fuego si intentaban impedir su huida. Si bien consiguieron retenerlos, este acto de intimidación pone de manifiesto la peligrosidad de los delincuentes y la vulnerabilidad de aquellos que se dedican a la protección de nuestro patrimonio natural.

Uno de los presuntos furtivos, además, carecía de la licencia de armas necesaria, añadiendo a su lista de delitos la tenencia ilícita del rifle. Los agentes de la Guardia Civil que acudieron al lugar procedieron a incautar el arma y, en su labor de investigación, han iniciado un expediente para la revocación de la licencia de armas tanto de la propietaria legal del arma como de uno de los detenidos.

Este incidente no solo destaca la amenaza que representan los furtivos para la fauna y la flora, sino también para aquellos que se enfrentan a ellos. La rápida actuación de los guardas rurales, así como de los guardias civiles del Seprona adscrito a la Comandancia de Algeciras ha evitado que la situación terminara en una tragedia mayor.