El Gobierno australiano ya ha hecho algo similar liberando una mortal enfermedad que casi ha exterminado los conejos en pocas semanas. El virus del herpes que se plantean soltar acabaría con prácticamente la totalidad de la población de carpa común del país.
14/6/2017 | Redacción JyS
carpasSegún publica The Guardian, el gobierno australiano incluyó en sus presupuestos para este año una partida de 15 millones de dólares para realizar un control poblacional sobre las carpas, especie introducida en el país en 1800. Este plan consistirá en la liberación de un virus de la familia del herpes que podría acabar con todos los ejemplares de carpa común del país.
Científicos de la Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO) han avalado este plan que podría desembocar en una catástrofe natural. Según estos expertos, el virus elegido no afectaría a ningún otro animal.
Sin embargo, la comunidad científica ha criticado plenamente la decisión del país oceánico, desde donde también han ejecutado la liberación de otro virus para erradicar los conejos. En una carta publicada en la revista Nature Ecology and Evolution, los científicos de la Universidad de Anglia Oriental (Inglaterra) Jackie Lighten y Cock van Oosterhout han asegurado que esta propuesta “de un alto riesgo irreversible” podría tener “serias consecuencias ecológicas, medioambientales y económicas”, tal y como recoge el citado diario.
Además, Lighten y van Oosterhout han advertido de que los riesgos de liberar este virus son muchísimo mayores que los que hubo cuando se liberó la enfermedad de los conejos y que los test en laboratorios no pueden prever las mutaciones que podría sufrir en virus una vez liberado. Por otro lado, advierten también de las nefastas consecuencias económicas que podría tener la liberación del virus para la industria pesquera y alimenticia.
El coordinador del Plan Nacional de Control de Carpas, Matt Barwick, asegura al periódico británico que los riesgos de los que advierten Lighten y van Oosterhout ya han sido estudiados. Además, desde el Ministerio de Agricultura de Australia le han encargado un estudio más profundo a Barwick a dos años vista en el que tendrá que detallar todos los riesgos.
Otra de las voces que más se escucha en el país es la de Susan Lawler profesora de ecología en la Universidad de Latrobe cuya tesis está basada en el río Murray, principal espacio de acción para el Plan desarrollado. Lawler afirma que Lighten y van Oosterhout “no entienden la perspectiva de Australia”. “No entienden lo preocupados que estamos porque nuestros peces autóctonos estén muriendo a causa de las carpas”, dice Lawler a The Guardian a la vez que asegura que el virus no matará a todas las carpas.
Según el modelo presentado para la elaboración del plan la población de carpas se recuperaría hasta en un 40% después de la mortalidad provocada por el virus. Sin embargo, Barwick advierte de que se tomarán medidas secundarias para rebajar esas cifras.