Lo cierto es que son muy abundantes las versiones que podemos encontrar respecto a la aparición y orígenes de la raza canina del epagneul bretón, mal llamado por algunos spaniel bretón o bretón español. Estas difieren respecto a los diferentes criterios y argumentos que presentan las distintas publicaciones sobre dicho perro, existente a lo largo de siglos en Bretaña. Sin embargo, todas ellas se remontan a los primeros datos conocidos sobre los perros de caza.
A día de hoy, en términos numéricos, es la primera raza de perros de muestra franceses, con algunos ejemplares tricolor especialmente llamativos. Tal y como aseguran algunos cinófilos, es de formación autóctona francesa; definido ‘epagneul’. No se debe a que viene de España, sino a su derivación del verbo ‘espanir’, que en francés significa acurrucarse, tumbarse o agazaparse, acción típica de este perro cuando se aproxima en movimiento hacia a la presa. Otra hipótesis, en cambio, apunta que el epagneul bretón es fruto de cruces entre el setter blanco y anaranjado con perros franceses no bien identificados.
Independientemente de cómo sea su historia, el epagneul bretón aparece por primera vez en una exposición francesa, en 1896, y su reconocimiento oficial fue en 1938. De este modo, demuestra cómo la raza pasó diversas vicisitudes antes de obtener un estándar.
En el caso de Francia, allí encontramos cinco razas de epagneul: epagneul francés, epagneul pont audemer, epagneul de Picardía, epagneul azul de Picardía y epagneul bretón.
Historia del epagneul bretón
Algunos de los textos que hacen referencia a esta raza son, por ejemplo, el poema La Caza de Opiniano, que ya en el siglo III citaba a unos perros pequeños, excelentes, que se criaban en los pueblos de la Bretaña-Armórica. Además, Gastón Phoebus, en su obra El Libro de la Caza, de 1387, los define como perros «chiens d’oysel» (perro de pájaros) describiendo su apego al amo. Mientras que Philippe de Commynes (1445-1509) cuenta en sus memorias que Luis XI obtenía sus epagneul en Bretaña.
En el mismo sentido, Jouy en una pintura muestra el epagneul bretón como era en el siglo XIX, con las mismas características del perro actual del siglo XXI. A principios del siglo XX, Lefournier atestigua, en la revista Le Leveur (mayo de 1908), que el bretón «se queda inmóvil y por instinto, tiene fino olfato, es un cobrador excelente, resistente, que busca al galope corto, deboto de su amo, atento y obediente, rematando que «no es bretón si no tiene corazón».
El oficial veterinario en Bretaña, P. Gran-Chain, habla en 1906 de un perro de cola corta, homogéneo, con manto blanco y marrón; negro y blanco; blanco naranja o tricolor.
Haciendo caso a estos testimonios, parece que este pequeño epagneul existió siempre en Bretaña. De hecho, Enrique IV cazaba con bretones descendientes directamente de perros traídos de Tierra Santa por los cruzados.
Así nació el actual epagneul bretón
Existen ciertos datos históricos que proponen que el bretón pudo proceder del epagneul francés a través de un centro de cría en Callac, en la Bretaña francesa, donde su estatua adorna la plaza principal.
En el siglo XVII, Rembrandt nos muestra perros de caza similares a lebreles y un perro de cola corta y nariz pequeña puntiaguda, blanco y marrón anaranjado. En Francia, concretamente en la sala del Ayuntamiento Fontainebleau, se encuentra un cuadro de 1849 de Decamps, un pintor de la ‘Escuela de Barbizon’, que representa El guarda y su perro.
Si hablamos acerca de los pioneros de la raza, podemos citar, entre otros, a M. de Cambourg et de Pontavice que presentó en París en 1896 a Picon Royal, un perro blanco y negro tricolor; M. Patin con Max de Callac, un perro blanco y marrón expuesto en 1904 o M. Treutel con Mirza de Armorique, presentada en 1905.
El primer reconocimiento de la raza
Con la ayuda del veterinario Grand-Chavin, el club bretón francés se fundó en 1907 en Laudeac, reconociéndose la raza el 31 de mayo de 1907. La primera vez que un bretón fue inscrito en el L.O.F. (Libro de Orígenes Francés) se trató de Boy M. Nordm, nacido en 1905 y propiedad del Dr. Gastel Marphan.
El bretón, desde 1923, experimentó un gran auge definiendo la raza como «un máximo de cualidades en un mínimo volumen» (divisa del club francés), coincidiendo con la llegada a Bretaña de un buen equipo de criadores serios, como Treutel, Tregoat, Mege, Patin o Emile Bourdon.
A partir de este momento, la evolución del epagneul bretón está ligada a la organización y desarrollo de los concursos morfológicos y las pruebas de trabajo.
Su aspecto
Es un bracoide de cola corta o sin cola, con una alzada de 48 a 50 centímetros (47-49 cm las hembras). Representa a un perro elegante, membrudo y vigoroso, de fisonomía inteligente. Presenta un cráneo de largada media, redondeado, con caña nasal recta o ligeramente con forma de carnero, stop pronunciado, trufa más o menos oscura, según la tonalidad del manto; ojos color ámbar, expresivos; orejas más bien cortas, ligeramente redondeadas, con poca franja; dorso corto, cruz bien visible; grupa ligeramente huidiza; cola de una largada no superior a 10 centímetros; hombros oblicuos y musculosos.
En cuanto a su pelo, este es siempre denso y delgado, plano, un poco ondulado. El manto puede ser blanco y anaranjado, blanco y marrón, blanco y negro, o tricolor.
El carácter del epagneul bretón
Refiriéndonos a su carácter, es un perro inteligente, adiestrable, naturalmente educado, muy dulce, expansivo y juguetón. Puede llegar a ser tímido cuando se emplean con él modales bruscos.
Alimentación y uso de esta raza
Teniendo en cuenta que tiene tendencia a engordar, su dieta diaria debe ser rigurosa: 200/250 gramos de carne cocida, 150 de arroz o verduras cocidas.
Es una raza adecuada para todo tipo de terreno: bosque, llanura, colina, etc. Asimismo, es resistente al frío y la humedad y está particularmente dotado para buscar la becada, la perdiz pardilla y la liebre; siempre activo, entusiasta e incansable.
También cuenta con un excelente instinto cobrador en el agua. Junto a esto, goza de mucha popularidad entre millones de cazadores, incluso, por su moderada talla, que permite su fácil transporte.
Es debido a la jovialidad de su carácter por lo que se ha ganado también muchas simpatías como perro de compañía, aun siendo siempre un deportista.
Temperamento y comportamiento del epagneul bretón
Es capaz de adaptarse a cualquier ambiente; es sociable, de expresión inteligente y alerta, de carácter equilibrado. También es un perro de muestra polifacético, para todo tipo de caza y en todo terreno.
Algo en lo que destaca en la búsqueda son sus movimientos y su sentido del olfato, así como la extensión de la exploración, espontaneidad y continuidad en la muestra, y en su adaptación al entrenamiento.
Por lo general, estos son anuros, que carecen de rabo. A pesar de ello, hasta 1933 solo se reconocían como bretones los que presentaban tal anomalía y la decisión en sentido contrario fue muy discutida, porque se sostenía que aceptando ejemplares con rabo largo (que debía ser amputado, sin excusa, después del nacimiento) se favorecía la aportación de sangre extraña, especialmente, de setter, para darle más velocidad a la ahora de montear.
Atendiendo a los grandes cinófilos, la anoria del bretón procede de la costumbre de cazar en terrenos de vegetación densa y dura que les provocaba dolorosas heridas y amputaciones, por lo cual, el apéndice caudal se fue atrofiando, es decir, que la amputación establecida como sistema durante siglos pasó al patrimonio étnico del perro. Sin embargo, o hay conocimiento de qué explicación puede ser la verdadera pues ambas parecen carentes de base sólida.
Lo que sí es cierto es que reproducciones del siglo XVI nos muestran un perro pequeño muy semejante al bretón y que presentan las mismas características.
Es el favorito de los cazadores
De todos los epagneul, el bretón es el más pequeño, pero también es el más veloz y el más difundido entre los cazadores. Asimismo, es fuerte, resistente a la fatiga y al clima, de olfato finísimo, valiente, alegre, obediente y cariñoso con su amo. Se adapta a toda clase de caza. Puede llevar a cabo rastreos extensos, galope apretado y ágil, es emprendedor e infatigable.
Durante su origen, numerosos turistas ingleses visitaban la Bretaña francesa en invierno para cazar becadas, cazando con la nariz alta en los claros, rastreando en lo tupido para derrotar las miles de astucias de la ‘señora del bosque’ o ‘dama de pico largo’, a la que marca con decisión y hace volar a la orden del amo.
Cabe destacar que el bretón muestra de lejos las becacinas, sin vacilar al tirarse al agua para descubrir al pato que se desliza entre los juncos y cañas de los estanques. Su adiestramiento no es más difícil que el de otras razas inglesas o continentales; con todo, se requiere cierto método. En este sentido, se precisa de dulzura, pero sin excluir la firmeza. Es un auténtico cazador rabioso, le arrastra la pasión, un instinto atávico difícil de corregir y ha sido el compañero indispensable del profesional que vivía durante el invierno de la práctica de la caza. Es capaz de cazar sin fatigarse durante todo el día durante semanas.
Con el paso del tiempo, el bretón conquistó un puesto de envidia entre los perros de razas continentales tanto en las exposiciones, como en los campos de pruebas de trabajo.
Características más representativas de la raza
Origen: Francia.
Utilización: Perro de muestra.
Clasificación FCI: Grupo VII. Perros de muestra. Sección 1.2. Perros de muestra Continentales, tipo spaniel o epagneul. Con prueba de trabajo.
Destacadas proporciones
Su cráneo es más largo que el caño nasal en una proporción de 3:2. Asimismo, el conjunto de la cabeza guarda proporción con el resto del cuerpo. No solo eso, la altura del pecho es levemente inferior a la mitad de la altura a la cruz y la longitud escápulo-isquial es igual a la altura a la cruz (el cuerpo tiene forma de un cuadrado).
Comportamiento y temperamento
El bretón puede adaptarse a cualquier ambiente, es sociable, de expresión inteligente y alerta, de carácter equilibrado. Puede presumir de un desarrollo sexual es precoz.
Puntos del estándar del epagneul bretón
Cuerpo
Esta raza presenta una línea superior rectilínea hasta el lomo y el comienzo de la grupa del perro y una cruz suficientemente móvil y algo sobresaliente, aunque sin ser abultada. La espalda es rectilínea, corta y rígida, bien unida al lomo. Su lomo es corto, ancho y musculoso y la grupa muy levemente inclinada, ancha y musculosa. Respeto a su pecho, desciende hasta la punta del codo, es amplio, de costillas suficientemente redondeadas, sin ser cilíndricas. Su esternón es ancho y no se levanta mucho hacia atrás. Además, las últimas costillas son largas y flexibles.
Podemos destacar, también, su vientre levemente levantado, flancos poco levantados y de poca amplitud y cola de inserción alta. Esta presenta una forma horizontal o ligeramente colgante y el perro la mueve a menudo cuando está atento o en acción. Aunque puede nacer sin cola y, en este caso, la cola amputada medirá entre 3 y 6 cm, no debiendo sobrepasar los 10 cm.
Extremidades
En este sentido, los miembros anteriores están bien aplomados, las articulaciones son flexibles y robustas, los hombros móviles, largos (30% de la altura a la cruz), bien aplicados y de músculos compactos. Respecto a su oblicuidad, es la de un galopador, comprendida entre los 55 y 60 grados sobre la horizontal, y los dos vértices de los omóplatos tienen 5 cm de aproximación.
Sus brazos son anchos, gruesos, de músculos salientes. La longitud es ligeramente superior a la de los hombros y los antebrazos son musculosos y vigorosos, con longitud ligeramente superior a la del brazo. Tiene metacarpos robustos, aunque conservan cierta elasticidad, ligeramente oblicuos y pies anteriores más bien redondeados. Sus dedos están juntos y los cojinetes son firmes y las uñas cortas.
En cuanto a los miembros posteriores vistos desde atrás, son paralelos y están bien aplomados, los muslos son anchos, de músculos gruesos y salientes. Sus piernas tienen una longitud ligeramente superior a la del muslo, con músculos delgados y salientes. También son anchos en la parte superior y se reducen progresivamente hacia la región de la articulación del tarso. El corvejón delgado y de tendones aparentes, los metatarsos robustos y, vistos de perfil, su dirección está muy cerca de la vertical.
Hablando de sus pies posteriores, estos son más largos que los anteriores, aunque con las mismas características.
Cabeza
Por último, pasamos a la cabeza. Su cráneo es ligeramente redondeado, tanto de frente, como de perfil y visto desde arriba, las paredes laterales son levemente convexas. Presenta unas líneas cráneo-faciales paralelas, las cejas no son prominentes, sino que forman una curva ligeramente redondeada. La depresión naso-frontal (stop), por su parte, desciende suavemente, trufa ancha, con las ventanas bien abiertas. El color armoniza con el pelaje, así como con el borde de los párpados y orificios naturales. La caña nasal es rectilínea, las paredes laterales del hocico son casi paralelas. y los labios son finos y están bien aplicados.
La actitud de este cachorro hace que cualquier cazador se enamore de él
Del mismo modo, el labio inferior está ligeramente cubierto por el superior, cuyo borde se encorva progresivamente hasta la comisura, que es poco aparente y bien cerrada. No hay muestra de despigmentación en conjunto. Respecto a sus mandíbulas, la dentadura está bien implantada, completa y sana y la mordida es en tijera. Sus mejillas no son muy carnosas, la piel está bien aplicada y los ojos ligeramente oblicuos. Tiene, una expresión dulce, inteligente y franca. Son ligeramente ovalados, no globulosos, de párpados finos, bien aplicados y pigmentados. Presenta un color del iris que armoniza con el del pelaje, que es preferiblemente oscuro. La combinación de la expresión de los ojos, junto con el movimiento de la base de las orejas hacia arriba, concuerda con la verdadera “expresión bretona”.
Sus orejas son de inserción alta, de forma triangular, bastante anchas y más bien cortas. Además de esto, están parcialmente cubiertas de pelos ondulados.