Ya en el mes de marzo, Botsuana lanzó una amenaza de mandar miles de elefantes a Europa. Ahora ha vuelto a amenazar con una medida similar, si bien su objetivo ha sido más concreto. La nación del sur de África ha propuesto a Alemania enviarles 20.000 ejemplares ante la idea de restringir la importación de trofeos de caza de especies protegidas.
Esto ocurrió a principios de año, cuando el Ministerio de Medio Ambiente alemán planteó dicha medida con la que no parecieron estar muy de acuerdo en Botsuana. Como respuesta, su presidente, Mokwgweetsie Masisi mostró su intención de mandar a Berlín, a más de 8.400 kilómetros de distancia en línea recta, 20.000 elefantes para que «corran libres» por el país.
La advertencia del presidente de Botsuana
Sobre ello, Masisi dejó claro que «no es ninguna broma». Asimismo, explicó ironizando que «el clima alemán ya es suficientemente malo» para estos animales como para que, además, estén encerrados.
Su temor es que, en el caso de que entre en vigor una medida como esa, esto termine empobreciendo a sus conciudadanos debido a la reducción de los ingresos generados por los safaris.
La caza de elefantes en Botsuana
En Botsuana viven unos 130.000 elefantes y su caza está permitida allí desde 2019 con un sistema de cuotas. Dicha cifra supone la mayor población de estos animales a nivel mundial y sus manadas han provocado graves daños en el país, tanto en viviendas como en cultivos, e incluso provocando la muerte de algunos de sus habitantes.
Tal y como afirmó el presidente al diario alemán Bild, las campañas de conservación han dado lugar a un auge de sus poblaciones y la caza es «un medio vital» para controlar su número.
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Para este tipo de turismo, Alemania es un mercado importante, tanto que se considera uno de los grandes importadores de trofeos de la Unión Europea. Es por estas razones que Masisi declaró que les gustaría «ofrecer un regalo así» al país germano y que «no aceptaría un no por respuesta».
Resulta importante, dada la actualidad, recordar que esto ya lo hizo con otros países. En concreto, Botsuana regaló 8.000 elefantes a Angola y ofreció otros 500 a Mozambique. Además, ha avisado que prohibir la caza legal podría disparar el furtivismo y que el próximo destinatario de esta oferta podría ser Alemania.