Ya en el mes de julio, ante el anuncio de las elecciones generales del 23J y la posible necesidad de que el PSOE llegara a un acuerdo con Sumar para ocupar el Gobierno, la formación de Yolanda Díaz comenzó a dar forma a los puntos y las medidas que iba a incluir en él.
Los perros de caza eran unos de los grandes afectados y perseguidos en el hipotético texto entre ambos partidos políticos. Sumar tenía la intención de exigir a los socialistas, en caso de que necesitaran su apoyo tras los comicios, la inclusión de estos canes en la Ley de Bienestar Animal que entraría en vigor el 29 de septiembre.
Los perros de caza quedaron fuera de la ley animalista
Dicho texto legal fue aprobado en el Congreso de los Diputados el 9 de febrero. En ese momento, todo apuntaba a que finalmente iba a ser rechazado puesto que Unidas Podemos prometió votar en contra si no incluía a los perros de caza.
La ley no los incluyó y la formación morada, a pesar de sus amenazas, votó a su favor y su apoyo, sumado al de PSOE, Bildu y ERC, impulsó su puesta en marcha.
Después de todo esto, desde Sumar decidieron coger el relevo de esta persecución a los perros de caza. Pedro Sánchez anunció el adelanto de las elecciones generales y los sondeos apuntaban a que los socialistas iban a necesitar llegar a un acuerdo con Díaz para formar el nuevo Ejecutivo.
Sumar recula en su acuerdo con el PSOE
Sin embargo, tras las elecciones la realidad ha sido muy diferente a la hora de materializar ese acuerdo entre los dos partidos políticos. Si le echamos un vistazo al texto de coalición, no hay ni un solo punto que haga referencia a los perros de caza, ni directa ni indirectamente.
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De hecho, ni siquiera hay mención alguna a la Ley de Bienestar Animal. Por lo tanto, todo apunta a que Sumar habría tenido que recular en su ensañamiento contra la actividad cinegética, al menos de momento, para poder llegar a un acuerdo de Gobierno con Sánchez.
Aún así no hay que olvidar que el programa electoral de Yolanda Díaz reflejaba expresamente la intención de incluir «los animales de compañía de trabajo en la Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales», refiriéndose a los perros de caza.