La menor de 19 meses y sus hermanos de 4 y 6 años, quienes también seguían una dieta vegana, han sido trasladados a un centro de acogida donde su estado de salud evoluciona positivamente.
30/12/2018 | Redacción JyS
Ha ocurrido en Australia, donde unos padres veganos podrían entrar en prisión por obligar a su hija de 19 meses a llevar su misma dieta. Tal y como ha publicado The Daily Telegraph y recogen varios medios, la pareja podría ser declarada culpable por hacer seguir este tipo de alimentación a su hija, lo que le habría provocado raquitismo -una enfermedad ósea degenerativa en la que sus huesos se pueden fracturar fácilmente- y otras deficiencias nutritivas.
Entre otras consecuencias graves para la pequeña se encuentran la imposibilidad de gatear por el momento y el carecimiento de nutrientes como hierro o calcio. La sentencia está prevista que salga a la luz en enero. Para entonces los padres podrían ser condenados a entrar en prisión.
Por la mañana, la niña comía una taza de leche de avena y medio plátano, para comer una tostada de mermelada y arroz o patatas para cenar. Según el informe médico publicado, la menor «no podía gatear como correspondía con su edad y carecía de certificado de nacimiento o controles de seguimiento».
Según informa Daily Telegraph, la menor de 19 meses y sus hermanos de 4 y 6 años, quienes también seguían una dieta vegana, han sido trasladados a un centro de acogida donde su estado de salud evoluciona positivamente.
Los pediatras advierten del efecto negativo de la dieta vegana para los niños
En febrero de 2017 la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) organizaba el seminario “Niños vegetarianos, ¿niños sanos?”. Durante el congreso, los pediatras advirtieron sobre los peligros de las dietas vegetarianas o veganas, afirmando que pueden generar consecuencias negativas sobre la salud e influir en el crecimiento de los niños y adolescentes.
Los ponentes afirmaron entonces que es totalmente necesario que las madres vegetarianas o veganas tomen suplementos vitamínicos, en especial vitamina B12 y yodo. La primera sólo se encuentra de forma natural en los alimentos de origen animal, por lo que las personas vegetarianas sí obtendrían pequeñas cantidades a través de los productos lácteos y huevos; mientras que las personas veganas seguirían necesitando suplementos, al menos una vez a la semana, según los profesionales.
Por otro lado, los expertos aseguraron que la vitamina D -vital para la absorción del calcio- es importante para todos los niños, por lo que es necesario que les de la luz solar. El calcio por otro lado, en dietas omnívoras se obtiene a través de los lácteos, mientras que en dietas veganas es importante que las madres ingieran una gran cantidad de alimentos que contengan este mineral, el tofu por ejemplo, además de suplementos.
La realidad del veganismo
Jara y Sedal ha venido publicando en los últimos años diversos artículos sobre la realidad del veganismo. Célebre fue la experiencia de tres exveganos arrepentidos entrevistados por la BBC, donde reflejaron los problemas que puede acarrear una dieta de este tipo. Lo comprobó en sus propias carnes la también vegana australiana Maria Strydom, que decidió escalar el Everest para demostrar que «los veganos podemos hacer cualquier cosa» y murió en el intento.
Una de las voces críticas contra el veganismo en los últimos tiempos ha sido la de Frank Cuesta, que ha llegado a afirmar que «el animalismo y el veganismo son movimientos de odio». Por ello, Cuesta recibió cientos de insultos y amenazas de animalistas. Debido a ello, el presentador dedicó un demoledor vídeo a los radicales para responderles: «no valéis ni la mierda que cagáis».
También otro de los ejemplos en este campo fue el enjuiciamiento de un grupo anarquista vegano por enaltecimiento del terrorismo, solicitando la Fiscalía de la Audiencia Nacional dos años de prisión para seis integrantes del colectivo Straight Edge Madrid que ensalzaron en redes sociales a presos anarquistas y animaron a atacar a la Policía y a los bancos.
Como anécdota cabe destacar la sorpresa que se llevó un grupo de veganos animalistas mientras protestaban frente a un restaurante cuando el chef cazador cogió una pata de ciervo y la despiezó delante de ellos.
