En un preocupante acto de vandalismo, un cazador ha informado a la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana sobre el ataque que sufrió su vehículo en la localidad de Marines, en Valencia. El propietario del coche ya ha presentado una denuncia formal ante la Guardia Civil.
El incidente ocurrió cuando este aficionado a la actividad cinegética descubrió que su coche había sido completamente rayado y que le habían colocado clavos en las ruedas, con la intención de que al arrancar, estos se incrustaran y dejara el vehículo inutilizable en el campo. Este acto de odio ha sido condenado enérgicamente por la Federación Valenciana de Caza, que ha señalado que la acción se llevó a cabo únicamente por el hecho de ser cazador. «No es posible que haya sido algún vecino, ya que este cazador no reside en Marines y solo acude a este pueblo para cazar», puntualizó a Jara y Sedal un portavoz de la federación.
La Federación de Caza ha ofrecido al afectado hacer visible el ataque y proporcionarle asesoramiento jurídico para enfrentar esta situación. Y es que este no es un caso aislado, ya que varios cazadores han informado a la federación en los últimos años sobre diferentes actos similares.
Otros actos vandálicos contra cazadores
Este incidente recuerda los ataques sufridos por otros cazadores en 2022 en las localidades de Rafalell-Vistabella y Massamagrell. En aquella ocasión, varios aficionados a la caza también fueron víctimas de actos de vandalismo similares, lo que ha generado una creciente preocupación entre la comunidad de cazadores de la región.
La Federación Valenciana de Caza también denunció en 2020 una oleada de vandalismo en cotos de caza de la región, incluyendo localidades como Náquera, Turís, Camporrobles y L’Ollería. En estos incidentes, los activistas anticaza destrozaron multitud de bebederos, y balsas de agua, causando un gran daño a las instalaciones destinadas a la conservación de la fauna.
Destrozan los bebederos instalados por unos cazadores para ayudar a la fauna a criar y superar la sequía
Sin embargo, el problema no se limita a la Comunidad Valenciana. En Córdoba, una treintena de coches de cazadores sufrieron actos de vandalismo similares, con las ruedas pinchadas por individuos que parecen estar en contra de la caza.
Lamentablemente este tipo de ataques no solo afectan a los cazadores, sino que también generan un clima de tensión y división en las comunidades rurales. Por todo ello es fundamental que se promueva el respeto y la convivencia entre todos los usuarios del medio rural, independientemente de sus aficiones.