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María Patiño también carga contra la ley animalista del Gobierno: quiere prohibir a sus mascotas favoritas

María Patiño. © Semana

La presentadora televisiva María Patiño ha sido otra de las voces célebres que ha mostrado su rechazo a la ley de Bienestar Animal que pretende sacar adelante el Gobierno después del angustioso momento que vivió en uno de los programas de televisión en los que trabaja. De esta forma, se une a otros personajes conocidos como Frank Cuesta, el cual ha denunciado públicamente este texto asegurando que parece haber sido redactado por un niño y subrayando la red de chiringuitos animalistas que creará si sale adelante.

Fue el pasado 11 de noviembre cuando, durante la emisión de ‘Sálvame’, un hombre que afirmaba ser trabajador de una protectora de animales acudió al programa con una orden para requisarle a las chinchillas que posee, lo que despertó toda su indignación. Hay que tener en cuenta que el texto de la ley animalista que el Gobierno pretende aprobar establece un listado de animales que no pueden considerarse domésticos y, entre éstos, se encuentran las chinchillas.

«Si yo no sé a dónde van y quién las va a cuidar se van a quedar conmigo, y si no nos vamos las tres a la cárcel» dijo Patiño. El supuesto responsable de la protectora concretó los temores que tenía respecto a Patiño: «Nosotros tenemos noticias de que ha habido alguna chinchilla con la que ha acabado mal el tema». «Pero porque se me escapó y se murió…», explicó ella, apenada. Y Patiño añadió que las cuida como si fueran sus «hijas».

¿Dónde especifica el anteproyecto de ley qué mascotas estarán prohibidas?

El artículo 44 del anteproyecto establece los criterios generales para la inclusión de una especie en el listado positivo de animales de compañía, es decir, en el listado de aquellos que se considerarán objeto de tenencia como animales de compañía. Y es en su apartado c) en el que se especifica que «no se incluirán en el listado positivo de animales de compañía especies para las que exista certeza de su carácter invasor o que, en caso de escape y ausencia de control, supongan o puedan suponer un riesgo grave para la conservación de la biodiversidad», entre las que se encuentran especies como la chinchilla, el hámster o la cobaya.

       
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