Icono del sitio Revista Jara y Sedal

La ley animalista sí se puede sortear: Canarias declara a los gatos asilvestrados especie invasora

Un gato asilvestrado es un temible depredador de especies protegidas. © Shutterstock

Desde la Consejería de Medio Ambiente, Clima, Energía y Conocimiento del Cabildo de Gran Canaria han hecho público un informe técnico en el que han indicado que los gatos asilvestrados son una especie exótica invasora. De este modo, han obligado a los Ayuntamientos a poner en marcha medidas para el control de estos animales en Espacios Naturales Protegidos.

Ambas partes se reunieron el pasado 24 de septiembre para abordar el asunto de las gestión y la ubicación de las colonias felinas que están protegidas por el texto de la Ley de Bienestar Animal.

Gato callejero. © Shutterstock

Gran Canaria actúa frente al peligro de los gatos asilvestrados

Con este motivo, la Consejería hizo llegar a los Ayuntamientos dicho informe en el que establecían que los gatos «tienen la consideración de Especie Exótica Invasora» y, por lo tanto, las colonias deben ser retiradas del medio natural y reubicadas en entornos urbanos alejados del mismo. Tal y como indica el Cabildo de Canarias, el retorno de estos gatos asilvestrados a su lugar de origen sería constitutivo de un delito al no tratarse de una especie autóctona de las Islas.

Durante la reunión, las partes concluyeron que no procede registrar ninguna colonia dentro de espacios protegidos. Asimismo, consideraron que estas deben reubicarse en otros ámbitos territoriales o confinarlos en espacios cerrados hasta su reubicación. Por último, también acordaron que no se llevará a cabo la suelta o retorno al medio natural de los animales que previamente hayan sido esterilizados.

La ley animalista los blinda

Con esta decisión, Gran Canaria se opone a lo establecido por la ley animalista respecto a tal asunto. En este sentido, su texto es un blindaje para esta especie, incluso obligando a los ayuntamientos españoles a crear un plan de gestión de colonias felinas por el que tendrán que atender, alimentar y proteger a los «gatos comunitarios».

Un gato acecha un nido en el campo. © Shutterstock

De igual modo, también deberán encargarse de capturarlos, vacunarlos, desparasitarlos, esterilizarlos y devolverlos a sus colonias de origen. Además, recoge de manera específica la prohibición de la retirada de estos gatos de su colonia y su reubicación sin cumplir con los requisitos establecidos.

Sin embargo, ya han sido muchos los expertos que han avisado sobre el peligro que esta especie supone para la biodiversidad. De hecho, a ellos se ha unido la organización por los derechos de los animales PETA, desde la que se posicionaron en contra del método CER (captura, esterilización y retorno).


PETA se declara en contra de la esterilización y suelta de gatos callejeros que la ley animalista impone en España


No solo eso. Asociaciones ecologistas europeas también se han unido a esta posición tan defendida por el colectivo de los cazadores y, ahora, también por la Consejería de Medio Ambiente, Clima, Energía y Conocimiento del Cabildo de Gran Canaria.

Así, la asociación Klimaschutz Schweiz, en Suiza, propuso una moratoria para reducir drásticamente el número de gatos en el país con un proyecto de ley que prohibiría la cría y la importación de gatos durante un periodo de 10 años.

       
Salir de la versión móvil