Francisco Aja Lavin es un cazador al que le ha tocado protagonizar, junto con uno de los perros que le acompañaban, una de esas escenas que demuestran cómo la caza y quienes se dedican a ella velan por el bien de los animales. Sucedió el pasado sábado, 28 de septiembre, en el pueblo de Riaño, ubicado en el municipio es Solorzano, en Cantabria.
Allí, un grupo de cazadores que participaba en una cacería de jabalí se encontró con una situación que requería de su ayuda. Tal y como ha contado Francisco al equipo de Jara y Sedal, en ese momento, en torno a las 15:00 horas, ya llevaban unos cuatro ejemplares abatidos. «Quisimos soltar otro de los perros porque sabíamos que había más jabalíes», ha explicado.
El perro cayó en una torca
Después de esto, salió el quinto ejemplar, al que también consiguieron dar caza. En total, los cazadores habían soltado cinco perros y delante de ellos tan solo tenían a cuatro. «Empezamos a mirar el GPS y no daba señal», ha continuado detallando respecto al momento en el que empezaron a buscar al perro perdido.
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En ese momento, Francisco avisó a sus compañeros de que en esa zona había un torca y cuando llegaron a ella se dieron cuenta de que el animal se había caído dentro del enorme agujero. «Me imagino que el jabalí había pasado por allí y el perro se resbaló», ha teorizado el cazador.
«Fui a casa a buscar una cuerda de escalar y el arnés para poder entrar y luego los compañeros me bajaron para sacar al perro», ha seguido recordando. «Desde arriba parecía que estaba fastidiado y aturdido, pero fui bajando y vi que estaba bien». Al llegar abajo y con el trabajo de todos ellos, lograron sacar de nuevo al animal a la superficie. «Tuvo un final feliz», ha terminado celebrando Francisco.