El Gobierno, finalmente, ha dado marcha atrás en sus propios planes y ha decidido mantener la prohibición de las quemas de residuos agrícolas, tal y como recoge Agroinformación. No obstante, ha establecido una excepción para las pequeñas y las microexplotaciones agrarias y siempre que no sea posible evitar de otra forma la propagación de plagas o para prevenir incendios.
Durante el debate, celebrado la pasada semana, cuando ha salido a colación el proyecto de ley que regula la gestión de la nueva PAC, que fue aprobado por el pleno del Senado y vuelve al Congreso para su aprobación final, se sacaron a la luz distintos cambios sobre este problema que afecta a la quema de residuos agrícolas de miles de agricultores y ganaderos.
Los senadores han dado luz verde al texto del proyecto y las enmiendas aprobadas en la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación, así como a un total de 15 enmiendas presentadas por distintos grupos y sometidas a votación. Entre ellas, el grupo socialista y ERC han pactado una enmienda transaccional que cambia el texto acordado en el Congreso por el que se levantaba la prohibición de quemar residuos agrícolas y, en su lugar, se establece de nuevo que no está permitida la quema de dichos residuos, si bien se introduce una exención para las pequeñas y las microexplotaciones agrarias.
En general, según expone el citado medio, solo se permitirá la quema con autorización de las administraciones cuando no sea posible evitar de otra forma la propagación de plagas o para prevenir incendios.
Así se han sucedido en los últimos meses los hechos
Recordamos que fue el pasado 8 de abril cuando el Gobierno aprobó la nueva Ley 7/2022 de 8 de abril de residuos y suelos contaminados para una economía circular, desarrollada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Su publicación generó una importante preocupación y un gran enfado en el mundo rural puesto que prohibía la quema de residuos agrarios y forestales, equiparando la paja o los restos de ramas de podas a otro tipo de residuos.
Concretamente, el artículo 27, en su punto número 3, establece que «con carácter general, no está permitida la quema de residuos vegetales generados en el entorno agrario o silvícola. Únicamente podrá permitirse la quema de estos residuos con carácter excepcional, y siempre y cuando cuenten con la correspondiente autorización individualizada que permita dicha quema, por razones de carácter fitosanitario que no sea posible abordar con otro tipo de tratamiento, motivando adecuadamente que no existen otros medios para evitar la propagación de plagas, o, en entornos silvícolas, con el objeto de prevenir los incendios forestales cuando no pueda accederse para su retirada y posterior gestión, en aplicación de la exclusión prevista en el artículo 3.2.e)».
Pero el pasado mes de octubre se votó en el Congreso de los Diputados la eliminación de esa prohibición de la quema de residuos vegetales en el campo, lo que permitió a los agricultores seguir gestionando los restos vegetales de su explotación. Como exponíamos días antes, la Ley de residuos y suelos para una economía circular aprobada en abril tenía carácter permanente y no permitía quemar nada, ni siquiera en invierno.
El fin a esta pesadilla para los trabajadores y gestores del medio rural iba a llegar a través de una enmienda transaccional a propuesta por PdeCAT y Ciudadanos, que contó con el apoyo de todos los grupos parlamentarios excepto PSOE y Podemos. Pero la noticia de la pasada semana supone un nuevo frenazo.
Ya antes, el ministro Planas propuso enterrar los restos vegetales
Por último, recordamos que el ministro Planas propuso días antes enterrar los restos vegetales. De esta forma, además de evitar la crema o el traslado de los residuos para que se trituren, se podrían beneficiar de un «cobro suplementario» de la nueva Política Agraria Común (PAC), lo que supondría un cierre del problema y, al mismo tiempo, un beneficio económico, defendió.