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Un perro de caza más enferma y muere después de morder un jabalí en Navarra

Un jabalí recién abatido. © Israel Hernández

La enfermedad de Aujezsky vuelve a acechar al mundo cinegético. Después de que hace un año varios perros de caza muriesen en Cantabria tras morder a un jabalí y contraer la enfermedad, el pasado 19 de febrero otro cazador del Valle de Erro, en Navarra, acudió a los servicios veterinarios de la empresa GureVet, después de percibir que su perro se estaba rascando insistentemente el morro, hasta el punto de pelarse toda la parte izquierda de la cara. Finalmente se demostró que poseía esta enfermedad, según ha informado la Federación Navarra de Caza.

El can había estado cazando el día anterior, pero el origen de la infección se remonta al día 12, cuando mordió a un jabalí. Y fue en ese momento cuando se pudo contagiar. Tal y como expone Teresa Etxarri Elizalde, veterinaria y propietaria de GureVet, «al principio, sufría de un prurito muy agudo, pero, después, comenzó con temblores, incoordinación, rigidez en las patas, muchas babas… Cuando ves algo tan característico, que no te cuadra con lo habitual, empiezas a investigar y ves que es completamente compatible con el Aujezsky», señala. Lamentablemente el can acabó perdiendo la vida.

Aunque ya se había registrado algún caso anteriormente dentro de nuestras fronteras, nunca antes se había descrito científicamente un brote de la enfermedad de Aujeszky hasta el año 2020. Fue entonces cuando se confirmó que 13 perros habían muerto en Galicia después de morder un jabalí afectado por esta enfermedad que afecta al sistema nervioso de los animales y para la que no existe tratamiento. 

Hay que tener en cuenta que el reservorio natural del Aujezsky está en los suidos, tanto los domésticos como los silvestres -los jabalíes-. Por ello, si un perro muerde una pieza que posee la enfermedad, la contrae con las fatales consecuencias que ello puede conllevar.

Según señala Etxarri -y recoge la Federación- el perro infectado estuvo mordiendo a un jabalí en su tercio posterior, mientras que hubo otro perro que mordió al mismo animal, pero en la zona de las orejas. Este último ha estado siendo vigilado, pero por el momento no ha mostrado ninguna sintomatología.

       
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