Madrid está siendo escenario estos días de la Asamblea General de la Federación Europea de Caza y Conservación (FACE). La jornada de este miércoles, 20 de marzo, ha contado con la presencia del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas; así como representantes de las distintas federaciones y asociaciones de caza europeas, nacionales y autonómicas.
El ministro ha comenzado su intervención poniendo en valor las muchas e importantes aportaciones de la actividad cinegética. De ella ha destacado su papel económico y la ha calificado como una «labor insustituible para conocer y gestionar las poblaciones de animales silvestres y el control sanitario».
De la misma manera, Planas ha reconocido que una caza «bien gestionada» es capaz de ofrecer «beneficios indudables para el grupo de la sociedad». Es por ello que ha asegurado que, desde el ministerio, apuestan por una «actividad cinegética sostenible, inclusiva y ligada al medio rural» y como «prueba de ello» ha hecho mención a la aprobación Estrategia Nacional de Gestión Cinegética.
Luis Planas no aceptó preguntas de los medios
A pesar de todo esto, una vez dio por terminada su intervención, Planas dio las gracias a los asistentes sin darle opción a preguntar a los medios especializados en el sector allí presentes. Esto ha supuesto, por lo tanto, que los periodistas se hayan quedado sin la oportunidad de preguntar al ministro acerca de las inquietudes que realmente atañen al mundo cinegético en nuestro país.
En este sentido, no ha aclarado si la Estrategia Nacional de Gestión Cinegética a la que ha hecho mención, como gran apoyo del Gobierno a la caza nacional, contará finalmente con dotación presupuestaria, algo básico para que no se convierta en un brindis al sol. Sobre el papel, la respuesta a dicha cuestión sería ‘no’, puesto que se van a prorrogar los presupuestos del pasado año, pero la negativa del ministro a atender preguntas de los medios no ha permitido conocer la respuesta oficial.
Algo parecido a esto ya se vivió hace poco más de un mes, cuando Planas se reunió con el presidente de la Real Federación Española de Caza (RFEC), Manuel Gallardo y, pese a destaca la labor de la caza, no anunció ninguna medida relevante ni atendió ninguna de las reivindicaciones del sector.
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De la misma manera, los periodistas del sector tampoco pudieron preguntar al ministro acerca de, por ejemplo, la normativa en materia de transporte para las rehalas que, según palabras del presidente de la RFEC, Manuel Gallardo, en esta misma jornada, podría «poner en peligro las monterías».
Tampoco se han tratado otros aspectos como la caza del lobo, gran problema para el sector ganadero de nuestro país y un «problema de convivencia para muchos países europeos», como ha apuntado el presidente de la RFEC, o de otras especies como la tórtola o la codorniz, cuya prohibición de su caza ha sido objetivo del Gobierno de Pedro Sánchez. Tampoco ha habido ni rastro a una posible rectificación de la reforma del Código Penal que ha sumido al sector en una grave inseguridad política ni se ha abordado la polémica prohibición de la actividad cinegética en los Parques Nacionales.
En definitiva, además de destacar las ya conocidas aportaciones que la caza tiene para la economía nacional y para la buena gestión de las poblaciones de animales silvestres, Luis Planas ha dejado a los medios de caza españoles sin opción a ahondar en las cuestiones que realmente preocupan a los cazadores de su país.