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Un ganadero a punto de llorar graba a un lobo a dos metros: «¡Nos comen los lobos! ¡Nos comen!»

© Facebook y Shutterstock

Unos ganaderos del municipio cántabro de Arenas de Iguña han grabado a un lobo a muy pocos metros de un camino. Según se puede ver en el vídeo, publicado en Facebook por la propia ganadería, el cánido deambula a sus anchas por el lugar, sin importarle demasiado la presencia de los humanos.

«¡Nos comen los lobos! ¡Nos comen!», exclama el ganadero -entre otras palabras malsonantes- en la grabación justo un día después de que se haya prohibido su caza en toda España. Esta zona cántabra es una de las más afectadas por la población de lobo en todo el país y los ganaderos son sus principales víctimas, a quienes matan a corderos y terneros en pocos minutos generando cuantiosas pérdidas.

De hecho, los propios ganaderos han sido los primeros en protestar en contra de la prohibición de su caza; en concreto, UPA considera un «atropello absoluto» la decisión adoptada por la Comisión Estatal de Patrimonio Natural para que el lobo deje de ser especie cinegética en toda España y que no se pueda cazar.

Advertimos que las siguientes imágenes son duras, ya que el hombre, muy nervioso ante la presencia del cánido, comienza a despotricar y al final incluso su voz se traba y está a punto de llorar.

Un lobo entra en un pueblo de León en pleno día

El lobo en mitad del pueblo mientras dos vecinos corren detrás de él y lo graban. / YouTube

Un lobo se paseó el pasado miércoles 18 de diciembre por las calles de Caminayo, villa perteneciente al municipio de Valderrueda, en la provincia de León. Las imágenes, grabadas por un vecino, muestran al cánido deambulando entre las casas. Jara y Sedal se puso en contacto con Sósimo Miguel Díez, presidente de la Junta Vecinal, que dijo esto.

Otros casos de lobos que se adentran en pueblos

Un lobo afectado por la sarna ha sido fotografiado en varios pueblos. / Imanol Fernández

Recordamos el caso del lobo con sarna que se llevó a un yorkshire en la boca el pasado mes de abril. Testigo de ello fue Imanol Fernández, un joven que presenció la escena y que narró a Jara y Sedal lo sucedido. Además, este joven consiguió fotografiar al lobo un día después en Rozuelo, un pueblo a tres kilómetros de donde se produjo el ataque.

También en Villablino el alcalde, Mario Rivas López, condenaba el ataque mortal de los lobos a un mastín. Los afectados eran familiares del primer edil, por lo que las palabras de desesperación fueron evidentes.

       
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