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España pierde cinco millones de ovejas en solo una década

© Farutxo / Shutterstock

Las ovejas son una de esas víctimas silenciadas de la España rural que se desangra. Para analizar la situación que viven estos animales, el Gobierno de España, a través de su Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación elabora un documento titulado ‘Caracterización del sector ovino y caprino de carne en España’.

Es gracias a esos datos, reflejados en dicho documento, que hemos podido descubrir el preocupante descenso que están sufriendo las poblaciones de ovejas en nuestro país. Su principal amenaza, sobre todo desde que fue incluido en el Lespre en 2021, es el lobo y los habituales ataques a los que las someten.

De hecho, en este medio nos hemos hecho eco de alguna de estas escenas protagonizadas por ambas especies. Una de las más recientes fue el caso de una pastora que, al llegar a su campo, encontró a una de sus ovejas, todavía viva, con una de sus patas completamente arrancada por los lobos.

Cifras oficiales del Gobierno de España

Volviendo al documento elaborado por el MAPA acerca de este problema, sus datos, recogidos entre los años 2010 y 2014, muestran cómo los censos de ganado ovino fueron descendiendo constantemente. Esta tendencia se detuvo durante el periodo entre 2015 y 2018, en la que se estabilizaron sus poblaciones.

© MAPA

Sin embargo, esa caída, producida de manera anual, volvió a retomarse a partir del año 2019. Es así como, a lo largo del tiempo hasta el pasado año 2023, al que corresponden las últimas cifras recogidas por el ministerio, España ha ido perdiendo un increíble número de ovejas en sus territorios.

En concreto, como apuntan los datos de los que venimos hablando, desde 2010 hasta 2023 la cifra ha pasado de las 18.551.642 a las 13.596.561. Por lo tanto, las poblaciones de ovejas en nuestro país, en poco más de una década, ha sufrido una caída de prácticamente 5 millones de ejemplares.


Una pastora llega a su campo y queda horrorizada al descubrir lo que los lobos le han hecho a su oveja


Uno de los efectos que ha tenido esta situación ha sido, por supuesto, la consecuente reducción de las explotaciones de ganado ovino. Esto viene siendo una realidad en nuestro país desde el año 2007.

Desde esa fecha hasta enero del pasado año, mes al que corresponden los últimos datos, estas han venido sufriendo una caída constante, a excepción del periodo comprendido entre 2012 y 2015. A partir de entonces, como muestra el documento, las explotaciones de ganado ovino han continuado decreciendo, pasando de 122.694 en 2007, a 111.204 en 2023.

       
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