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Los ecologistas logran catalogar a la perdiz roja como «casi amenazada» usando datos sesgados

Perdiz roja. © Shutterstock

No es la primera vez que la organización ecologista SEO/Birdlife trata de conseguir la prohibición de la caza de una de nuestras especies cinegéticas. Ya lo hizo con la tórtola europea y su conocida moratoria, y también con la codorniz argumentando un exagerado declive poblacional. Con el silvestrismo lo consiguió. Ahora, la actualización de la Lista Roja Mundial de las Aves en la que participa Birdlife Internacional basándose en una propuesta de SEO ha logrado que la perdiz roja haya sido etiquetada como «casi amenazada», antesala de su clasificación como vulnerable.

BirdLife International advierte que «la perdiz roja aumenta su categoría de amenaza a nivel mundial para pasar a estar casi amenazada». De acuerdo con los censos de SEO/BirdLife del periodo 1998-2019, habría sufrido «un declive del -40% a nivel nacional». Unos datos totalmente sesgados y que obvian las poblaciones de la especie en prácticamente la mitad sur de España, como veremos a continuación.

¿Podría prohibirse la caza de la perdiz?

La clasificación de las especies de seres vivos según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) tiene especial relevancia en la legislación europea ya que es la Comisión la que adopta las propuestas UICN-Birdlife que se transformarán posteriormente en legislación estatal y autonómica. La clasificación, según el grado de amenaza de conservación, tiene implicaciones legales muy importantes.

Imagen de la página web de la UICN donde aparece la perdiz roja catalogada como «casi amenazada». © UICN

En el caso de la perdiz roja, ahora catalogada como «casi amenazada» -solo un escalón por debajo de la etiqueta «vulnerable»-, podría significar la suspensión en un futuro de su caza, algo que ya advirtieron investigadores españoles y que llevaría asociado importantes repercusiones económicas, sociales y ecológicas en el medio rural. No nos engañemos, llevaría a las perdices de España a una situación probablemente irreversible en el momento en que desapareciera como especie cinegética y dejaran de invertirse los millones de euros que hoy día los cazadores ponen de su bolsillo para su conservación.

Los investigadores desmontan los métodos de censo utilizados por SEO/Birdlife

Investigadores españoles ya criticaron el paso mes de mayo los métodos de censo usados por SEO/Birdlife para evaluar el estado de la perdiz roja. Jesús Nadal, doctor en Biología Animal y catedrático en la Universidad de Lleida, y Sebastián Hidalgo de Trucios, doctor en Ciencias Biológicas y profesor de Zoología en la Universidad de Extremadura, advirtieron entonces que los métodos de censo no eran adecuados y que las fechas y el muestreo realizados no son representativos: «Los datos no enseñan la realidad de la perdiz roja y la interpretación que hacen lleva a conclusiones erróneas».

Según Nadal e Hidalgo de Trucios, «declarar a la perdiz roja especie ‘casi amenazada’ provocará los efectos contrarios que supuestamente pretende». «Esta propuesta de SEO/Birdlife está aislada, no tiene historia, contexto social, económico y cultural. Por todo ello lo único que podría conseguir es dañar a la perdiz roja, a las especies que la acompañan en su hábitat y al mundo rural», añadieron.

Fundación Artemisan, clave para que no haya sido catalodada como vulnerable

La Fundación Artemisan también rechazó que la perdiz roja se catalogase globalmente como especie vulnerable el pasado mes de abril. El debate fue iniciado por Birdlife Internacional en un foro de discusión abierto el 31 de marzo sobre conservación de aves endémicas de la Unión Europea. Con este foro se pretendía asesorar a la institución comunitaria, entidad que toma las decisiones más relevantes en materia de conservación de la biodiversidad.

En base a la información que maneja Birdlife International, que apunta a una fuerte regresión de la perdiz en los últimos 10 años, incluía la siguiente pregunta: ¿debe la catalogación de la perdiz roja cambiar de “preocupación menor” a “vulnerable”?

Por ello, Artemisan registró un documento en la web de Birdlife International, en el que recogía los motivos por los que considera que la declaración de la perdiz roja como especie vulnerable no solo respondería a criterios y conclusiones extraídas de informaciones incompletas, sino que además podría tener efectos negativos sobre la conservación de la especie, justamente lo contrario de lo que se pretende.

¿Por qué la recogida de datos de SEO/BirdLife es muy deficiente?

Para Artemisan, la información en la que se basa Birdlife Internacional es incompleta. Sus datos proceden del programa de seguimiento ‘SACRE’, de Seo-Birdlife, que analiza las tendencias poblacionales –no se realizan cálculos de tamaño poblacional– basando sus conclusiones en estudios con cobertura de un territorio muy reducido –incluso sin referencias claras a los territorios estudiados en algunos periodos–. Se dejan fuera amplios territorios dentro de las provincias de Toledo, Badajoz, Ciudad Real y Cádiz –por poner unos ejemplos–, sin incluir censos de fincas y cotos en los que existen poblaciones gestionadas y que tienen mayores densidades en comparación con áreas sin gestionar.

Además, la Fundación considera que la declaración como especie vulnerable no corregirá los problemas de conservación a los que se enfrentan la perdiz roja y otras especies con las que comparte hábitat, sino todo lo contrario. Gracias a la ciencia, sabemos que los principales problemas son los cambios drásticos producidos en nuestro campo, la imposibilidad de desarrollar prácticas agrarias respetuosas con la perdiz a gran escala, la dificultad de controlar especies depredadoras (casi 60 depredan sobre la perdiz), junto con las incorrectas decisiones de gestión en algunos cotos.

El observatorio cinegético, una herramienta de conteo real de perdices

Fundación Artemisan considera que para abordar la problemática de la perdiz roja en primer lugar es necesario completar la información sobre presencia, abundancia y tamaño poblacional de la especie en toda España, a través de un censo nacional de especies cinegética, haciendo uso del Observatorio Cinegético.

Esta herramienta, que ya está en marcha, pretende recabar información en tiempo real e in situ, con la implicación de cazadores y gestores cinegéticos, y crear sinergias con las administraciones competentes que ya tienen datos. Desde Artemisan, RFEC y Bineo, ya se está trabajando para acometer el primer censo nacional durante estos años.

Igualmente, consideran fundamental el apoyo decidido, tanto a nivel normativo como presupuestario, a aquellos cotos que cuentan con poblaciones de perdiz roja y a los que quieren recuperarlas. Para Artemisan, uno de los puntos clave será introducir en la futura PAC medidas dentro de los ecoesquemas, además de medidas agroambientales, que cuenten con la suficiente financiación en este nuevo periodo.

       
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