Un equipo de investigación de la Universidad de Jaén y la Fundación Andaltec han dado un paso adelante en la investigación relacionada con las labores del mundo rural. En concreto, lo han hecho utilizando los restos de poda de olivos para crear, a partir de ellos, un plástico menos dañino para el medioambiente que el habitual.
La gran novedad que este descubrimiento presenta es que su principal componente no procede de lejanos pozos de petróleo, sino de un cercano olivo. Después de podar, triturar y someter sus ramas a un proceso químico, de ellas se obtiene la celulosa.
Un plástico que nace de los olivos
Tras ello, esta es convertida en bioplástico que es apto, por ejemplo, para elaborar los envases de los alimentos. Por lo tanto, podríamos decir que este plástico ha nacido para convertirse en una alternativa al de materiales fósiles.
Se trata, en concreto, de un «plástico que no contamina», según han asegurado desde el informativo de Canal Sur noticias a través de su canal oficial de TikTok (@canalsurnoticias).
Un usuario inventa una ingeniosa bomba de agua que no necesita electricidad usando tubos de PVC
En lo que respecta a la apariencia de este material, es un bioplástico transparente que cuenta con muy buenas cualidades y es por ello que resulta ser apto para, como ya hemos mencionado, el envasado de alimentos.
Sin embargo, dicho avance no ha terminado aquí. A estos científicos de la Universidad de Jaén, que ya han contactado con varias empresas, todavía les queda un siguiente paso que será la producción industrial «Cada hectárea de olivar genera tonelada y media de biomasa de poda que con este proyecto tiene más claro su futuro», han concluido explicando.