23/3/2018 | FAC
En concreto, las entidades beneficiadas con esta donación fueron las Hermanitas de Ancianos Desamparados y el Convento de Santa Catalina Martir, ambas de Aracena (Huelva), y la Fundación Hogar «Virgen del Prado» de Higuera de la Sierra (Huelva), que recibieron la carne totalmente procesada y lista para el consumo humano.
La donación se produjo como resultado de una batida autorizada por la Consejería de Medio Ambiente para controlar la población de ungulados en una zona quemada, en base a informes técnicos de la propia Administración que señalan la necesidad de reducir la población cinegética en un entorno que, para su regeneración, no soportaba la carga poblacional censada.
Con esta actuación, el Club Deportivo Jarrama cumple una doble función favoreciendo, por un lado, la conservación del entorno natural y contribuyendo, por otro, a mejorar la vida de los más desfavorecidos.
«El ejemplo de que la caza genera vida no puede ser más evidente» apunta José María Mancheño, presidente de la FAC, quien aclara que «la vegetación es vida en el campo y ésta podrá regenerarse gracias a la labor de gestión de los cazadores; que a la vez han asegurado el alimento durante varias semanas a comedores sociales».