El cazador Roberto Paz Sevilla, de 42 años de edad, abatió el pasado 31 de julio un corzo con un imponente trofeo en un coto de la provincia de Barcelona de 10.000 hectáreas. Según expone el cazador a la redacción de Jara y Sedal, el Capreolus capreolus posee dos ‘rosetones’ de 8 centímetros de grosor cada uno y unas cuernas de 32 centímetros de altura, lo que hace que sea uno de los corzos más grandes cazados esta temporada en nuestro país. Aunque es pronto para saber la puntuación, es muy probable que entre en el exclusivo ‘club de los 200′.
Según ha explicado Paz, en su coto nadie había visto a este ejemplar durante toda la temporada, y se lo encontró el pasado domingo «por sorpresa» sobre las 7:00 horas de la mañana, cuando comenzó a recechar. «Iba recechando por la orilla de un campo cuando me di cuenta de que en la que estaba situada en frente se movía una rama, por lo que fui de frente hacia ella con mi traje de camuflaje. El corzo, que estaba tras ella, no se percató de mi presencia», explica.
Un disparo a tan sólo 50 metros del animal
Debido a su camuflaje, pudo colocarse a tan sólo 50 metros de la pieza: «Lo estuve valorando un rato con los prismáticos y ya me quedé impactado por el trofeo que tenía delante», explica el cazador. Por eso se apostó con su rifle Browning en calibre .270 Winchester Short Magnum con balas Geco Express de 130 grains y apuntó directamente al codillo del animal.
Llevará el trofeo a la Junta de Homologación Nacional
«Éste no me veía, porque estaba tras la rama, por eso pude hacer un buen disparo», señala el cazador. Al llegar a la pieza, se topó con la enorme sorpresa: «El trofeo, con sus tradicionales seis puntas, es espectacular. Tiene dos rosetas enormes, de 8 centímetros de grosor cada una, y unas cuernas de 32 centímetros de altura, pero hasta el mes de septiembre no se podrá homologar de forma oficial», ya que llevará el trofeo a la Junta de Homologación Nacional.