Hay especies con las que nunca te imaginarías cruzándote dentro de nuestras fronteras. Por poner un claro ejemplo recordamos la aparición de un chacal dorado (Canis aureus) atropellado -animal habitual de los Balcanes- tan solo hace unos días en una carretera del País Vasco. Pero más allá de esta aparición que podría considerarse anecdótica, millones de personas en nuestra geografía tampoco saben de la existencia de especies que probablemente sólo hayan visto por televisión.
Entre éstas se encuentran la cotorra de Kramer (Psittacula krameri), el ganso del Nilo (Alopochen aegyptiacus), el mapache (Procyon lotor), el coatí (Nasua nasua) o el caipú (Myocastor coypus), por poner algunos ejemplos. Y también el castor europeo (Castor fiber), especie que en el norte español ya está empezando a causar más de un problema.
Y es que los castores están haciendo, en los últimos meses, estragos en los alrededores de varios ríos de la comarca de Pamplona. Especialmente se ha documentado el problema en el entorno del río Sadar, a la altura del campus de la Universidad de Navarra, donde un chopo aparecía estos días con el tronco raído en su base.
Hay que tener en cuenta que el castor europeo desapareció de la Península Ibérica hace varios siglos, pero fue reintroducido en los primeros años de este siglo en el sur de Navarra, Aragón y La Rioja. Es, sin duda, una especie que con especial facilidad para lima como auténticas sierras troncos de árboles en la ribera de los ríos. Precisamente ha sido ese hecho el que les ha delatado en Pamplona.
La Mancomunidad de la Comarca de Pamplona ya instaló en 2019 cámaras de fototrampeo en distintos tramos del parque fluvial con el fin de captar a estos roedores. Así, esta entidad subraya que «es una de las especies que ha puesto de manifiesto la importancia del parque fluvial como camino natural de la fauna y la conexión de las poblaciones que se integran en él». Recordamos que desde diciembre de 2020 el castor está incluido en el listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
Un animal de hábitos nocturnos
Este animal es de hábitos nocturnos. Durante la noche muerde los troncos de los árboles para alimentarse de la corteza, y finalmente los parten con los dientes con el objetivo de comerse también las hojas.
Así, y en cuanto a otras especies de castores -ya que el castor europeo no tiene la misma capacidad para modificar los cauces que la especie americana-, ésta construye presas para elevar el nivel de agua y crear una zona inundada que proteja a sus madrigueras, cuya entrada queda sumergida, evitando así que pueden llegar hasta ella sus depredadores.
Por último, compartimos un vídeo en el que se ve cómo un castor roe un árbol en las cercanías del municipio navarro de Estella.
