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Una empresa de carne de caza pide la colaboración de los cazadores para este proyecto solidario

Dibe, durante su visita a Tanzania. © C. D.

Raúl Dibe, empresario y representante de Cárnicas Dibe, ha pedido colaboración al sector cinegético con el objetivo de relanzar un proyecto humanitario en el que desde esta empresa están trabajando de forma desinteresada en Tanzania. «No pedimos dinero. Solo pedimos materiales o maquinaria que puedan tener las industrias cárnicas o proveedores de industrias cárnicas que no se usen o carezcan de valor en España», comienzan señalando.

Dibe explica que, a finales de noviembre de 2022, desde la Fundación Barceló les pidieron ayuda en su proyecto de la creación de un matadero en Tanzania. «Sin pensarlo mucho, como el viaje a Ucrania al estallar la guerra, nos sumamos a esta buena causa humanitaria y social», señala.

Cuando trasladó la propuesta al equipo de dirección, así como el resto de trabajadores, todos apoyaron dicha proposición y se ofrecieron a formar parte de este proyecto «sin saber dónde, cómo ni cuándo». «Siguiendo el modelo de la Madre Teresa de Calcuta, pensamos que a veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota de agua en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota, y en enero viajaron a Tanzania junto a Amelia Fornes, directora del proyecto», describe el cárnico.

Volaron al aeropuerto de Entebbe, en Uganda y desde allí, tomaron parte de una larga jornada en coche a Nyakayanja: «Debíamos conocer y analizar el proyecto, los medios y recursos de la región de Karawe, así como sus costumbres, hábitos de trabajo y alimentación», ya que «la realidad del país está muy lejos de la nuestra y había que pisar el terreno y conocer todos los detalles antes de dar paso alguno».

El matadero ha sido construido y financiado por Fundación Barceló

Tras ello, el matadero ha sido construido y financiado por Fundación Barceló y donado a Pamoja Community Connections, una ONG local que gestionará esta actividad, generando recursos para la comunidad y la región de Karawe. «La función de Cárnicas Dibe y su equipo no es otra que formar a los lugareños desde nuestra experiencia en el sector cárnico», explica Raúl Dibe. «Debemos asesorarles y formarles a gestionar el matadero, desde sacrificar, despiezar, elaborar, embutir, curar y comercializar los productos derivados de los animales de abasto que se crían en la zona, como (cerdos, cabras, vacas…)», reseña.

«Trabajaremos del mismo modo la gestión empresarial, conservación y mantenimiento de la maquinaria y recursos de las instalaciones, con seguimientos a medio plazo una vez entregado el proyecto», explica. En este país «no hay medios materiales ni mecánicos para poder trabajar dignamente, tampoco dónde comprarlos, pues todo se importa de Asia y existen muchas barreras a día de hoy», expone.

El sacrificio de los animales se lleva a cabo como en las matanzas caseras que se conocían en España hace 40 años: «Los mataderos actuales de la zona están a la intemperie, es todo manual y en el suelo, careciendo de las medidas higiénico sanitarias con las que aquí trabajamos. Las carnicerías se sitúan en el mismo lugar del sacrificio, vendiendo la carne en el día al carecer de cámaras de refrigeración. Tampoco hay luz, ni frigoríficos en la gran mayoría de los hogares, por ello no hay venta de productos refrigerados en los comercios», explica Dibe.

«Debemos conseguir que puedan conservar carne curada de manera óptima»

Para lograr su meta a medio plazo, se debe elaborar carne curada y tratar de obtener productos con la mayor caducidad posible, que no precisen refrigeración en los hogares: «Debemos conseguir que puedan conservar carne curada de manera óptima y con garantías higiénico sanitarias en los establecimientos de venta. Un reto encantador, y para el que estamos preparados», defienden.

En junio se desplazarán al lugar un equipo de seis personas, entre las que estará Dibe personalmente: «A todo nuestro equipo nos motiva el proyecto, pues se trata de un gran reto personal de todos y cada uno de nosotros. Todos los que viajamos aportaremos los muchos años de experiencia en el sector cárnico, pero nos faltan recursos para poder sacarlo adelante. Nos falta un mayor presupuesto de las partidas económicas que nos permitieran nuestro objetivo. Necesitamos ayuda material y técnica, y desde Dibe no podemos hacer frente a toda la necesidad existente», exponen.

En el matadero, sala de despiece y sala de elaboración se necesitan maquinarias y útiles de todo tipo: «Se trata de un país sin recursos, y por ello, pedimos su colaboración, sin necesidad de realizar inversión alguna ni aportación dineraria. Todas las industrias, tenemos maquinaria, útiles o materiales que no usamos porque se quedaron desfasados por no tener homologación CE, porque ya no vendemos un determinado producto o por distintos motivos. Estas maquinarias las solemos tener almacenadas en el trastero de las industrias, ocupando un espacio importante. En Tanzania, nos pueden ser muy útiles para enseñarles a sacrificar, despiezar y elaborar carnes de cerdo, vacuno, ovino y caprino. Allí no hay nada y se les daría una segunda vida útil», relata Dibe. Y explican que podrían trabajar en conseguir Certificados de Donación desde la ONG Pamoja Community Connections o desde Fundación Barceló.

«Necesitaríamos todo tipo de material para esta industria cárnica modesta, siempre que pueda tener uso y provecho, pues lo llevaremos en un contenedor a Tanzania en las próximas semanas. No pedimos dinero, tampoco mega maquinarias que no entren en las instalaciones modestas con las que contamos hoy, ni maquinas o útiles que no estén aptos para su correcto funcionamiento. Trasladar el contenedor costará un dinero del que no disponemos a día de hoy», señalan.

En las instalaciones de Cárnicas Dibe «haremos acopio de todo el material o equipamiento recaudado para revisar y gestionar su envió a Tanzania». Ya se les ha ofrecido una empresa a revisar y realizar mantenimientos de toda la maquinaria que se done sin coste alguno: «Solicitamos su ayuda y colaboración, pues entre todos, podemos hacer algo grande», finaliza Raúl Dibe.

Todo lo que necesitan

– Ropa laboral de todo tipo: botas de agua, pantalón, camisetas, sudaderas, buzos…

– Equipos de protección laboral: guantes acero, guantes nitrilo, mandiles, gorros, mascarillas…

– Guantes anticorte

– Mandiles de acero anticorte

– Mandiles de plástico

– Cuchillos

– Hachas o machetas

– Cuchillos y chairas

– Máquina de afilar cuchillos

– Esterilizadores de cuchillos

– Cartucheras de cuchillos

– Tajos, tablas y mesas de corte de carne

– Basculas aéreas o de mesa

– Sierras de sable

– Sierras de cinta

– Sierras de carne para despiece

– Equipos de refrigeración

– Secaderos de embutidos

– Cámaras de refrigeración y congelación portátiles

– Todo tipo de maquinaria de elaboración de embutidos

– Todo tipo de maquinaria para el sacrificio de animales de abasto

– Cajas, bandejas y recipientes para carne fresca y elaborada

– Todo tipo de maquinaria de envasado y etiquetado de carne

– Bolsas de vacío

– Ganchos para colgar carne

– Material de laboratorio y detección de triquinas: triquinoscopio, microscopio…

– Polipastos, trócolas o poleas para colgar carne

– Lo que entiendas que puede ser necesario.

Sobre el proyecto

Si quieres saber más sobre este interesante proyecto junto a Fundación Barceló, puedes acceder a esta carta sobre el proyecto de Cárnicas Dibe o a esta otra web donde se recoge la iniciativa en Tanzania.

       
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