La sobrepoblación de conejo silvestre en amplias zonas agrícolas de La Mancha lleva años provocando importantes daños en cultivos. Ahora, la Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha y ASICCAZA han dado a conocer, a través de un vídeo, un proyecto piloto que plantea una solución integral basada en el control selectivo y el aprovechamiento alimentario de esta especie.
La iniciativa, financiada por la propia Consejería, se ha desarrollado en municipios como Pedro Muñoz, Las Pedroñeras y el entorno de la laguna de Manjavacas, uno de los puntos más conflictivos por la elevada densidad de conejos y su impacto directo sobre la agricultura.
El audiovisual, presentado esta semana, permite ver por primera vez el proceso completo del proyecto, desde el campo hasta la mesa, con una mirada didáctica y transparente que pone el foco en la trazabilidad, la seguridad alimentaria y el aprovechamiento sostenible del recurso.
Antes incluso de entrar en el detalle técnico, el vídeo contextualiza el problema: parcelas agrícolas con pérdidas recurrentes y la necesidad de actuar de forma coordinada para reducir la presión del conejo sin improvisaciones ni soluciones parciales.
Del control en el campo a la industria cárnica
Uno de los aspectos centrales del proyecto es la captura selectiva de los conejos mediante huroneros profesionales, una técnica tradicional que permite actuar de forma eficaz y controlada en zonas concretas. El vídeo muestra cómo estas actuaciones se integran en una planificación más amplia, supervisada por técnicos y gestores.
Tras la captura, los animales son trasladados a la industria cárnica, donde se realiza su procesado conforme a la normativa sanitaria vigente. Todo el recorrido queda perfectamente documentado, garantizando que la carne de conejo silvestre llegue al consumidor final en condiciones óptimas.
El destino final de esta carne es la restauración, cerrando así un círculo que transforma un problema ambiental y agrario en una oportunidad real para el medio rural, tanto desde el punto de vista económico como de gestión del territorio.
Un modelo coordinado y con vocación de continuidad
El viceconsejero de Medio Ambiente, José Almodóvar, ha subrayado el valor del proyecto como ejemplo de cooperación entre sectores. En sus palabras, «este proyecto piloto demuestra que es posible abordar el control poblacional del conejo con soluciones eficaces y coordinadas, integrando la gestión cinegética, la protección del medio natural y el aprovechamiento alimentario con todas las garantías sanitarias».
El vídeo refleja también el trabajo conjunto de la Administración regional, agricultores afectados, gestores cinegéticos, huroneros y la industria cárnica, una coordinación que ha sido clave para validar el modelo.
Desde la Consejería de Desarrollo Sostenible y ASICCAZA valoran muy positivamente los resultados obtenidos y ya trabajan en la posibilidad de dar continuidad al proyecto en 2026, ampliando su alcance y reforzando su implantación en otras zonas de Castilla-La Mancha con problemas similares.
