Como ya adelantábamos esta mañana, el pasado martes, 25 de mayo, los vecinos de Castrolandín, una aldea perteneciente al municipio pontevedrés de Cuntis, se vieron sorprendidos por la presencia de un lobo en una de sus casas. Aunque en un primer momento pensaban que se trataba de un perro, al verlo con más detenimiento se percataron cuenta de que era un lobo y no un can asilvestrado.
Jara y Sedal se ha puesto en contacto con el alcalde de Castrolandín, Manuel Campos Velay, quien ha relatado cómo sucedió todo: «En un primer momento, una señora mayor se topó con él de frente en la calle y vio cómo se metía en una casa abandonada que hay al lado de un domicilio en el que viven unos vecinos de la población. Tras ello, me avisaron a mí y al Servicio de Emergencias, por lo que nos pusimos manos a la obra para solucionar el problema».
«Esta aldea está lejos de los montes donde viven estos animales y además el lobo se encontraba en el medio de un conjunto de casas habitadas», comenta el alcalde. Además, indica que no hay demasiados ataque al ganado en el municipio: «En las zonas altas de montaña sí hay ganado de monte, tanto caballos como vacas, y sí suele haber algún tipo de daño, pero no es común que se den en esta zona tan baja y cercana al pueblo», añade Campos.
«Nos miraba fijamente, pero no tenía intención de atacar»
Manuel Campos comenta que la reacción del lobo no fue agresiva. Seguramente se encontraba enfermo y debilitado, como se puede apreciar en las imágenes: «El animal estaba extremadamente delgado. Probablemente estuviese enfermo, pero aún no tenemos noticias de su estado. Pesaría sobre unos 20 kilos», detalla el primer edil de la población gallega. «Nos miraba fijamente, pero no tenía intención de atacar», manifiesta.
Tras la llegada de un agente medioambiental amigo de Campos, el lobo fue sedado con un dardo de anestesia y trasladado a un centro de recuperación de fauna silvestre, donde se encuentra actualmente.