La Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha ha recordado esta mañana a los cazadores de la región vía SMS que el plazo para apuntarse a la oferta pública de caza finaliza el próximo 31 de enero. Se trata de una oportunidad única para disfrutar de monterías y recechos a precios muy asequibles, al alcance de cualquier aficionado a la caza.
La oferta pública de caza consiste en un sorteo de permisos en los terrenos cinegéticos gestionados por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que abarcan un total de nueve espacios naturales de Toledo, Ciudad Real y Albacete. Los permisos se sortean entre los cazadores -locales, autonómicos y nacionales- que presenten su solicitud antes del 31 de enero, siguiendo las bases y requisitos establecidos en su web oficial.
Así puedes participar en el sorteo
Para participar en el sorteo, los cazadores deben acceder a la web de la Sede Electrónica de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (https://www.jccm.es/tramites/1005281) y descargar y rellenar la solicitud que se encuentra al final de la página, en los modelos del trámite. Si cuentas con firma electrónica podrás darle directamente a ‘tramitar’ y rellenarla online una vez inicies el proceso.
Cuando hayas terminado, debes regresar y firmar electrónicamente el documento. Por último, solo te queda pinchar en ‘registrar’.
También puedes consultar en la misma web el anexo III, que especifica la cuota complementaria que se deberá abonar en el caso de los recechos de animales trofeo, así como el documento con los importes de permisos y cuotas, que varían según la modalidad y la especie de caza.
Las especies de las que se sortean permisos son la cabra montés, el ciervo, el corzo, el gamo y el muflón. Los permisos se dividen en diversas modalidades como la montería, la batida o el rececho.
La oferta pública de caza de Castilla-La Mancha es una iniciativa que pretende fomentar el aprovechamiento sostenible de los recursos cinegéticos de la región, así como facilitar el acceso a la caza a todos los ciudadanos, independientemente de su nivel económico. Además, contribuye a la conservación de la fauna silvestre y al desarrollo rural de las zonas donde se practica la caza.