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El truco de la Guardia Civil para pillar a los propietarios de tractores y coches que usan gasoil agrícola

La Guardia Civil haciendo la prueba.

La reciente denuncia formulada en Navarra contra el dueño de un tractor por utilizar gasóleo tipo B en actividades no agrícolas ha devuelto al primer plano una práctica que, pese a ser conocida, sigue generando conflictos entre las fuerzas de control fiscal y algunos usuarios del medio rural. El operativo se enmarcaba en una inspección rutinaria, pero acabó derivando en una actuación relevante por la difusión posterior del caso.

Según explicó la Guardia Civil, el hallazgo se produjo durante uno de los habituales controles que la Sección Fiscal y Fronteras realiza en la comunidad foral para verificar el uso correcto de este carburante bonificado. Su precio, significativamente inferior al del gasóleo A, hace que el fraude siga siendo una tentación para determinados conductores.

El vídeo publicado en TikTok, que acumula miles de visualizaciones, ha contribuido a amplificar el episodio. En él, los agentes muestran el proceso de verificación, lo que ha generado comentarios de apoyo, críticas y numerosas preguntas sobre la normativa vigente. Ese interés espontáneo ha convertido en viral una intervención que, en principio, no tenía mayor trascendencia pública.

@guardia_civil_navarra ✅ localizamos 🧐 gasóleo bonificado⛽️en un vehículo NO autorizado ✅ Los agentes 🚔comprobaron que el #combustible ⛽️ del #depósito de su vehículo era Gasóleo B, de uso exclusivo para #maquinaria ♬ Chichiquetere – HCTM

Un combustible limitado a usos muy concretos

El gasóleo B está reservado para labores agrícolas, forestales o determinadas actividades pesqueras. Su bonificación responde a la necesidad de garantizar costes asumibles en sectores estratégicos y profundamente dependientes del carburante. Por esa razón, su utilización fuera del marco legal está considerada como fraude fiscal e incluso, en algunos casos, como delito de estafa.

La Guardia Civil recuerda que el control no es complejo. Basta con extraer una pequeña muestra del depósito para comprobar si el líquido presenta la tonalidad roja característica del producto. Ese color no es casual: procede de los colorantes y trazadores químicos añadidos específicamente para permitir su identificación rápida, incluso cuando se intenta mezclar con otros gasóleos para disimularlo. La prueba visual, sencilla y difícil de manipular, se ha convertido en el principal recurso para combatir estas infracciones.

En el caso denunciado, el tractor no estaba realizando ningún trabajo contemplado como agrario o forestal. Ese hecho motivó la intervención inmediata de los agentes y la posterior apertura del expediente sancionador.

Sanciones y consecuencias para el infractor

Circular con gasóleo agrícola en un vehículo o maquinaria no autorizada acarrea multas que pueden oscilar entre 600 y 12.000 euros, en función de la cantidad detectada y de si el conductor es reincidente. Además, el vehículo puede quedar inmovilizado hasta que se vacíe el depósito y se reposte con carburante adecuado. La Guardia Civil insiste en que se trata de una medida necesaria, ya que el uso indebido de un producto bonificado supone un perjuicio directo para las arcas públicas.

Este episodio sirve también como advertencia para titulares de maquinaria agrícola: el combustible subvencionado es un recurso de uso limitado y su empleo indebido implica riesgos económicos importantes. La actuación en Navarra lo recuerda con claridad y apunta a una vigilancia cada vez más tecnificada, adaptada a los intentos de eludir el control.

La difusión del caso, más allá de la sanción concreta, ha abierto un debate recurrente en el medio rural sobre la necesidad de reforzar la información disponible para los profesionales del campo. Una parte del sector considera que muchos incumplimientos derivan del desconocimiento, mientras que las autoridades insisten en que la normativa es clara y ampliamente difundida.

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