La presencia de la avispa asiática se ha convertido en una auténtica amenaza para los apicultores de buena parte de España. Este insecto invasor depreda sobre las abejas, debilita las colmenas y causa estragos en el sector. Frente a ello, surgen métodos sencillos de control, como el que se ha popularizado en las últimas horas gracias a un vídeo difundido en redes sociales.
El clip, compartido por el creador de contenido Etxebarria Aita-seme Trikitilariak, muestra junto a un apicultor cómo construir una trampa eficaz utilizando únicamente dos botellas de plástico y un poco de cerveza mezclada con zumo. La explicación se desarrolla en clave de humor, pero con un trasfondo práctico que ha despertado un enorme interés entre aficionados y profesionales.
Cómo se fabrica la trampa
En el vídeo, los protagonistas detallan paso a paso cómo preparar el dispositivo. «Cogemos una botella, a mí me gusta que tenga tapa grande para poderla llenar», explica uno de ellos. A continuación, se corta la parte superior de otra botella para crear un embudo que actúa como entrada. La mezcla que atrae a los insectos se elabora con cerveza barata y un poco de zumo de manzana o azúcar, suficiente para atraer a las avispas.
El secreto está en que los insectos entran fácilmente por el embudo pero no son capaces de salir. «¿Por qué decimos lo de emborracharse? Porque les gusta la cerveza que flipas», señalan entre risas. Colocada cerca de las colmenas o en cualquier entorno doméstico, la trampa comienza a acumular ejemplares de manera inmediata.
Un método casero y polivalente
Aunque la atención se centra en la avispa asiática, los apicultores remarcan que este sistema también resulta eficaz contra moscas comunes o polillas. En el vídeo, incluso muestran cómo en cuestión de horas ya se observan varios insectos atrapados en el líquido fermentado. «Lo bueno es que no es solo para eso, mira, en esta tiene polillas y moscas», añaden mientras enseñan el resultado.
El método, al alcance de cualquiera, se ha convertido en una herramienta adicional para quienes buscan proteger colmenas o simplemente reducir la presencia de insectos molestos en casa. Con materiales reciclados y sin apenas coste, la iniciativa ha logrado una amplia difusión, especialmente en un momento en que la lucha contra la avispa asiática es prioritaria para muchos apicultores.
