En muchos hogares los cuchillos pierden filo con el uso diario, y no siempre se dispone de herramientas específicas para afilarlos. Sin embargo, un truco doméstico se ha viralizado por su sencillez y rapidez: utilizar algo que ya todos tenemos en la cocina para devolver el filo a las hojas en apenas treinta segundos.
El método, explicado por los expertos de Evvo Home, consiste en tomar un trozo de papel de aluminio, doblarlo varias veces y frotar con cuidado la hoja del cuchillo. Según detalla el blog especializado, «solo hay que introducir la hoja entre el papel doblado y deslizarla unas cuantas veces, como si la estuvieras secando con un paño de cocina». El resultado, aseguran, es inmediato.
Un truco casero que funciona
Este sistema se ha popularizado en redes sociales por su eficacia y porque no requiere materiales adicionales. A diferencia de las piedras de afilar o las limas metálicas, el aluminio no daña el acero ni altera el filo natural del cuchillo, siempre que se realice con suavidad. Los usuarios que lo han probado aseguran que en pocos segundos se nota la diferencia al cortar.
Además, el papel de aluminio ofrece una ventaja adicional: es barato y se encuentra en cualquier cocina. No hace falta ser un experto ni aplicar fuerza excesiva. Solo unos movimientos suaves bastan para recuperar la precisión del corte y evitar accidentes provocados por cuchillos sin filo.
Consejos para mantenerlos en buen estado
Los especialistas insisten en que, más allá de este truco, es fundamental cuidar las herramientas de corte. Recomiendan no usarlas sobre superficies duras como granito o vidrio, limpiarlas bien tras cada uso y evitar guardarlas húmedas. La humedad, recuerdan, puede provocar la aparición de óxido y deteriorar el acero con el tiempo.
También aconsejan utilizar esponjas suaves para lavarlos y no emplear los cuchillos como palancas ni destornilladores, ya que eso puede deformar la hoja. Un buen mantenimiento alarga su vida útil y evita tener que sustituirlos con frecuencia.
Con este sencillo método casero, los cuchillos pueden recuperar el filo temporalmente sin necesidad de herramientas profesionales, en apenas medio minuto y con algo tan cotidiano como un trozo de papel de aluminio.