El calor aprieta, los días se alargan y por fin llegan las ansiadas vacaciones. Para muchos, es la época de reencontrarse con el monte, con los amigos de cuadrilla y, también, con uno mismo. Pero además de navaja o prismáticos, hay algo que no debería faltar en la mochila del cazador: un buen libro. Porque el verano es el momento perfecto para leer despacio, sin reloj, dejándose llevar por esas páginas que huelen a jaras, a pólvora, a historia de campo.
No todos los libros de caza hablan de trofeos o disparos. Algunos, como los que hoy te traemos, van mucho más allá: emocionan, atrapan, estremecen. Son historias de vida y muerte, de ética y monte, de sabiduría serrana y memoria. Si buscas lecturas auténticas para este verano, estos tres títulos publicados por Librosdecaza.com deberían ocupar un lugar privilegiado en tu mesilla o en tu morral.
La espera del gran solitario: el aguardo hecho literatura
Entre encinas, bajo la luna llena y con el alma herida. Así es como encontramos a Nemesio, el protagonista de La espera del gran solitario. Una novela escrita por Isidro García que no solo cuenta la historia de un cazador viudo que encuentra consuelo en la sierra, sino que convierte cada espera en un poema lleno de emoción y respeto.
La trama gira en torno a un jabalí legendario, un animal que representa mucho más que una pieza: es la sombra, el recuerdo, el duelo y también la redención. «Un libro sobre la espera del jabalí, emoción y resistencia», reza su sinopsis. Y no exagera. Capítulo tras capítulo, el lector camina en silencio con Nemesio, siente el crujido de las hojas, la tensión del monte y la hondura de una soledad que se combate con dignidad.
Es, sin duda, uno de los títulos más recomendables para los amantes del aguardo, para quienes entienden que cazar también es una forma de pensar el mundo.
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Furtivo bajo la luna: la verdad del monte sin filtros
Rubén Montés, autor ya conocido entre los lectores de literatura cinegética, firma este estremecedor testimonio: Furtivo bajo la luna. No es ficción. Es la historia real de un furtivo de los años 80 que pidió que su relato no saliera a la luz hasta después de su muerte. Así lo hizo Montés, dando forma a un libro que narra sin tapujos las luces y sombras de un personaje contradictorio, sabio y profundamente humano.
El lector encontrará frío, hambre, berreas, rastros, encuentros con el viejo macareno… pero también decisiones difíciles y un instinto venatorio que late más allá de la ley. «No será la transgresión de las leyes lo que más pesará en sus argumentos al dictar su sentencia sobre esta historia, sino el más profundo instinto venatorio de un hombre capaz de salir de los pozos donde la vida en ocasiones te arroja», escribe el autor.
Un relato valiente, incómodo para algunos, necesario para todos.
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Narraciones de caza del abuelo: la memoria de un mundo que se va
Cierra esta terna un libro que sabe a brasero, a gachas, a anécdotas contadas con calma cuando el monte está nevado. Narraciones de caza del abuelo es, quizá, el más entrañable de los tres. También obra de Rubén Montés, recoge las vivencias de un hombre que fue protagonista de la película Aguardo, la última luna y que resume, en su figura, toda una época de la caza tradicional.
Podencos, escopetas paralelas, trampas con lazo, rastros en los poyos de Bienvenida… Todo eso aparece en sus páginas. Pero también la transformación de un mundo que se resiste a desaparecer. La caza como forma de vida, como sustento, como cultura. Una lectura para saborear junto a los mayores, para recordar que no siempre se cazó igual ni por las mismas razones.
Este libro es, además, un precioso homenaje a la oralidad rural, a esos cuentos verdaderos que pronto serán devorados por el olvido.
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