El Ministerio de Transición Ecológica, dirigido por Teresa Ribera, ha propuesto extender la Red Natura 2000 a toda la costa gallega. Esta comunidad autónoma cuenta actualmente con cuatro áreas ZEPA (Zonas de Especial Protección para las Aves), que se extienden desde la costa de la Rías Baixas hasta el Cantábrico, y ahora podría contar con un área más amplia de la citada Red.
Además del litoral gallego, serán también incluidas como Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) la costa asturiana, el espacio marino Cañones de Alicante, Canal de Ibiza, los montes submarinos del suroeste y noreste de Canarias, el Estrecho occidental y el espacio marino Jaizkibel-Capbretón.
Prohibido el uso del plomo en estos lugares
La Red Natura 2000 es un espacio que es refugio de millones de aves migratorias que visitan las costas gallegas en su viaje anual (entre 1,5 y 2 millones cada año). No obstante, esto conlleva una prohibición intrínseca: la de cazar con plomo. Hay que tener en cuenta que, hace una década, el Tribunal Constitucional (TC) dictó una sentencia en la que prohibía la tenencia y el uso de munición que contuviese este metal durante el ejercicio de la caza y el tiro deportivo cuando estas actividades se realizasen tanto en la Red Natura 2000 como en humedales de importancia internacional y en espacios naturales protegidos.
En concreto, el Ministerio para la Transición Ecológica ha propuesto la ampliación de esta Red en la comunidad gallega, uniendo cada una de las áreas protegidas existentes con las de la costa oeste asturiana, creando así un espacio protegido continuo denominado como corredor galaico-cantábrico occidental. Ahora, la propuesta acaba de iniciar su periodo de exposición pública, en el que expertos y otras partes interesadas podrán presentar alegaciones.
«No va a suponer grandes restricciones para la pesca»
Por otro lado, uno de los investigadores del Centro de Extensión Universitaria y Divulgación Ambiental de Galicia (CEIDA), Sergio París, ha explicado a Faro de Vigo que este hecho «no va a suponer grandes restricciones para la pesca. Ya había zonas protegidas declaradas y la actividad pesquera ha seguido con normalidad», aclara París. El experto adelanta que, en todo caso, puede afectar a los nuevos proyectos que se pretendan desarrollar en la costa gallega, en los que habría que incluir un informe de impacto ambiental bajo los requisitos especiales de las zonas de conservación de las aves marinas.