Científicos estudian la posibilidad de que la especie haya creado un nuevo asentamiento en el Mediterráneo.
4/10/2017 | Redacción JyS
El pasado día 19 de septiembre los visitantes de la playa de Calella (Barcelona) se quedaron boquiabiertos al presenciar cómo expertos en fauna marina retiraban de la costa el cadáver de una enorme tortuga laúd. El animal medía unos dos metros y arrojó un peso en la báscula de nada más y nada menos que 700 kilos.
Tal y como publica La Vanguardia, según biólogos expertos en este tipo de animales, se trata de un descubrimiento asombroso ya que en el Mediterráneo “no se han avistado más de diez en 2.000 años”. La tortuga laúd suele criar en Guayanas-Surinam, Costa Rica, África occidental y Malasia, y sus rutas migratorias recorren todo el océano Atlántico y el Pacífico, aunque se las puede ver en todos los océanos.
Según explica Pere Alzina, biólogo experto en tortugas, la tortuga laúd “es una especie muy poco estudiada”. Además, Alzina explica que si un ejemplar ha llegado hasta las costas de nuestro país puede significar que «o bien que ha recorrido una gran distancia, algo compatible con su fisiología, o bien que hay algún núcleo más cercano, pero del que no se tienen noticias. Quizá algún punto del norte de África». El biólogo ha calificado esta posibilidad como “una gran sorpresa”.
Este ejemplar hallado en la costa de Calella viene a unirse al encontrado en la costa del municipio de Vilanova i la Geltrú que fue capturado por unos pescadores al quedar el animal enredado en sus redes. En este caso la tortuga presentaba unas dimensiones extraordinarias.
Los cuerpos de ambos ejemplares han sido trasladados a la facultad de Veterinaria de la UAB, donde les practicarán las correspondientes necropsias.
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