La Asociación de Cazadores de Navarra (ADECANA) ha emitido una nota de prensa ante el inminente comienzo de la temporada del jabalí. De esta forma, ha recordado que el 2 de agosto se publicó en el Boletín Oficial de Navarra la disposición general de vedas para la temporada de caza 2024-2025.
En esta disposición, se establece el 15 de agosto como el inicio de la temporada de caza del jabalí en batida. Aunque esta fecha puede parecer temprana, el objetivo es evitar los complicados trámites burocráticos y de ejecución necesarios para organizar batidas antes de la apertura oficial de la temporada en zonas donde los jabalíes causan graves daños en los cultivos.
ADECANA señala que otras comunidades autónomas tienen fechas de apertura más tardías. Por ejemplo, Aragón, donde cazan muchos navarros, abre la temporada el tercer domingo de septiembre, aunque permite batidas a partir del 15 de agosto en cultivos como maíz, sorgo, girasol, colza o soja si los daños lo justifican. Andalucía no abre la temporada hasta el 12 de octubre, Castilla-La Mancha el 8 de octubre, Castilla y León el cuarto domingo de septiembre y Extremadura el 5 de octubre.
Una apertura muy temprana del jabalí, según ADECANA
ADECANA considera que el 15 de agosto es «una fecha demasiado temprana» para comenzar las batidas de jabalí de forma generalizada por varios motivos:
- Las altas temperaturas y la sequedad del terreno en agosto y principios de septiembre «representan un peligro para la salud de los cazadores, especialmente para los perreros, y aún más para los perros, que pueden sufrir golpes de calor, lesiones y agotamiento debido a la falta de entrenamiento tras meses de inactividad».
- Las crías de jabalíes y corzos nacidas en primavera son todavía muy jóvenes y pequeñas, lo que las hace vulnerables durante la cacería.
- Solo se deben organizar batidas puntuales en terrenos con daños excesivos en los cultivos, extremando las precauciones, cazando en las primeras horas del día y llevando agua abundante para los perros.
ADECANA reflexiona que las fechas de apertura y cierre determinadas en la disposición de vedas son los límites máximos autorizados, pero no de obligado cumplimiento. Los cazadores deben ser más estrictos y autolimitarse cuando las circunstancias lo exijan, practicando una caza responsable y sostenible. La gestión cinegética eficaz implica controlar las poblaciones de fauna cinegética y mantenerlas dentro de límites razonables.