Durante el invierno, tras su migración otoñal, comienza en España la temporada de caza del zorzal. Miles de cazadores de todo el país aprovechan para disfrutar de esta ave y cazarla desde puesto fijo, una modalidad arraigada y que tiene una legión de adeptos en toda nuestra geografía. Por eso la firma Arte Montero ha lanzado una nueva taza dentro de su serie de especies cinegéticas con una de estas aves para los amantes de su caza. Ésta la comercializa a través de su web regalosdecaza.com.
De esta forma, los desayunos previos a las jornadas zorzaleras serán distintos, ya que desde primera hora de la mañana el cazador se sumergirá en la ilusión que provoca una mañana -o atardecer- cinegético junto a esta especie. Y no solamente los días de caza, sino el resto de la semana el cazador tendrá dentro ese ‘gusanillo’ especial que provoca esta afición mientras desayuna por la mañana o tomando café a lo largo del día con esta taza.
La taza tiene un precio de 24 euros IVA incluido y se puede adquirir en este enlace (el envío es, además, gratuito).
Tazas de acero esmaltado hechas a mano con una vieja técnica
La taza de zorzal, que se une a la de otras especies como jabalí, corzo, ciervo, perdiz o becada. Todas las tazas de acero esmaltado, o acero vitrificado, de esta colección se hacen a mano usando una técnica que surgió por primera vez en Alemania en la década de 1760. En aquella fecha empezó a utilizarse el esmalte para cubrir los utensilios de cocina, puesto que era una forma higiénica de cubrir el hierro fundido con el que hasta entonces se fabricaban cazuelas y calderos, los cuales estaban constantemente oxidándose.
A finales del Siglo XIX, con la industrialización de los procesos de fabricación, se optimizó el proceso, logrando un esmalte duradero que ha recubierto millones de tazas, platos y otros enseres de cocina a lo largo de todo el mundo. Todos tenemos en nuestro recuerdo, y puede que en nuestra despensa, alguno de estos utensilios que ahora están resurgiendo como una moda vintage. Las tazas de acero esmaltado de caza de Arte Montero se pueden llevar al campo debido a su resistencia, por lo que son el recipiente perfecto para tomar el café en las frías jornadas de caza de invierno.
Su dibujo no se borra y se puede cocinar en ellas
Debido al proceso de fabricación a altas temperaturas durante horas, el acabado es rústico, lo que hace que cada pieza sea única. Otra de sus características es que la impresión de sus dibujos es eterna. No se borra, por lo que se pueden lavar en el lavavajillas con absoluta tranquilidad.
Por otro lado, es un producto fabricado íntegramente en España y de manera manual casi en su totalidad, utilizando un acero y esmalte vítreo de primera calidad que cumple con las normas de la CEE para contener alimentos y cocinar. Precisamente este es uno de sus puntos fuertes, puesto que es posible ponerla al fuego directamente o calentarla en una vitrocerámica si es necesario.