La Guardia Civil ha sorprendido a un vecino de Sevilla intentando ‘chantear’ la caza en una finca del término municipal de Monesterio (Badajoz), donde estaba prevista una montería. Esta práctica, prohibida por la normativa, consiste en ahuyentar a los animales para hacerlos cruzar a terrenos colindantes, alterando así el normal desarrollo de la actividad cinegética.
El suceso ocurrió el pasado mes de octubre, cuando agentes del Seprona de Fuente de Cantos detectaron la presencia sospechosa de un vehículo que circulaba de noche con las luces apagadas y que se detuvo junto a la entrada de una finca donde, según comprobaron, estaba prevista una batida al día siguiente. Los guardias decidieron interceptarlo e identificar a su conductor.
El hombre, natural de Sevilla, no tenía ninguna vinculación con explotaciones agrícolas o ganaderas de la zona. Durante la inspección del vehículo, los agentes percibieron un intenso olor que procedía del maletero y decidieron revisar su contenido con mayor detalle.
Trapos impregnados para espantar a los animales
En el interior encontraron varias prendas cortadas e impregnadas con sustancias olorosas que, según las investigaciones, se habrían utilizado para provocar la huida de la fauna hacia fincas vecinas. Este método, conocido como ‘chanteo’, busca alterar la dirección de los animales antes de una montería, impidiendo que permanezcan en el área donde se desarrollará la jornada.
Los agentes levantaron las correspondientes actas al considerar los hechos como posibles infracciones administrativas de la Ley 14/2010 de Caza de Extremadura, que sanciona las conductas destinadas a perturbar o manipular el comportamiento de las especies silvestres antes de una actividad cinegética.
Denuncia remitida a la Junta de Extremadura
La Guardia Civil remitió la denuncia a la Consejería competente en materia de caza de la Junta de Extremadura, que será el órgano encargado de determinar la sanción. Las infracciones de este tipo pueden conllevar multas importantes y, en algunos casos, la retirada temporal de la licencia de caza.
El ‘chanteo’ es una práctica minoritaria pero conocida entre los cazadores, que la rechazan por completo por considerarla una trampa para alterar la celebración de monterías y que perjudica a los orgánicos serios. Los agentes del Seprona mantienen una vigilancia activa en las semanas previas a las grandes jornadas para evitar este tipo de alteraciones ilegales.