Las alarmas han saltado esta semana en Valencia: ha sido capturado un siluro de 65 centímetros en el río Magro, lo que supondría su entrada en la cuenca del Júcar. El siluro es un pez exótico invasor muy dañino porque se alimenta otros peces, lo que supone una grave amenaza para la fauna acuática autóctona de los ríos. Está presente en España desde 1975, cuando fue liberado en el río Ebro.
Se trata de la segunda aparición en el mismo mes, lo que podría suponer que ya está establecido e incluso reproduciéndose en este río, desde donde podría extenderse y colonizar el tramo bajo del Júcar, según recoge una nota difundida por Europa Press.
El segundo siluro que se pesca en la zona
Este siluro pescado en diciembre es el segundo ejemplar de la especie exótica invasora que se captura en el Magro a su paso por la subcomarca del Marquesado (La Ribera Alta, Valencia), tras el primero del año pasado en la localidad valenciana de Catadau.
La primera cita de esta especie exótica invasora en la Comunitat data de 2009 en el embalse de Forata, en Yàtova (La Foia de Bunyol, Valencia). Desde entonces han aparecido en el embalse de Maria Cristina en L’Alcora (L’Alcalatén, Castelló), el Júcar a su paso por Fortaleny y Cullera (La Ribera Baixa, Valencia), el Parque Natural de l’Albufera, los Estanques de Almenara (La Plana Baixa, Castelló), el Millares en la provincia de Castellón y la Marjal de Almardà de Sagunt (Camp de Morvedre, Valencia).
La voracidad de esta especie es tal que incluso ha sido grabado devorando animales terrestres como palomas cuando se acercan a beber o bañarse a las orillas de los ríos en los que se encuentran.