En agosto de 2021, Jara y Sedal publicó una noticia basada en una entrevista que la propia SEO/BirdLife realizó al catedrático José Domingo Rodríguez Teijeiro, una de las mayores autoridades científicas en codorniz común (Coturnix coturnix) de Europa. En aquella conversación, publicada originalmente por la organización ecologista en su web oficial, el experto desmontaba sin rodeos la idea de que la caza sea responsable del declive de la especie.
Preguntado por el impacto cinegético sobre la codorniz, Rodríguez Teijeiro afirmaba que «que haya una mortandad de 1,2 millones de codornices solamente en España (imagínate lo que ocurre en Italia, Portugal Francia, Grecia, más las que se pierden por la actividad agrícola) no parece que afecte al tamaño de la población». Además, apuntaba directamente a la agricultura intensiva como principal amenaza: «Uno de los principales problemas de la especie está en la agricultura extensiva que homogeniza el paisaje (…) lo que genera una importante pérdida de hábitat para las especies pseudoestepáricas como la codorniz».
Frente a las preguntas alineadas con el discurso de SEO/BirdLife, el científico defendía que «la caza es algo que se puede gestionar, pero lo que no está tan bien gestionado son estos cambios agrícolas». De hecho, explicaba que el efecto combinado de las tareas de siega, recogida de paja y roturación del terreno genera una mayor exposición a la depredación, lo cual afecta directamente a la supervivencia de la especie. Y remataba: «hasta donde alcanzan nuestros datos, el tamaño de la población se mantiene constante», añadiendo que «posiblemente la especie consiga remontar el impacto de la caza porque tiene una tasa de reproducción muy alta: la codorniz se puede reproducir dos y tres veces en una misma temporada. Además, es un animal oportunista, nómada, no atado a un territorio, que es capaz de superar las adversidades del tempero y del hábitat, estableciéndose en aquellas zonas donde el medio es más adecuado».
Además, el experto explicaba que «hubo una reducción de efectivos en los años 70 dentro de la población europea, que estuvo asociado a un cambio en la tendencia migratoria de la especie hacia una sedentarización; esto se asoció a la aparición, en Marruecos, de hábitat favorable debido a un incremento de zonas irrigadas para el cultivo de cereales y plantas herbáceas».
Tras ser citada por Jara y Sedal, la entrevista desaparece de la web
Tres años después, y tras la difusión de la noticia de Jara y Sedal que dejó en evidencia las contradicciones de SEO/BirdLife, la entrevista ha sido eliminada de la web oficial de la organización sin ofrecer ninguna explicación. El texto original había sido citado ampliamente en nuestra noticia de 2021 titulada “El mayor experto en codorniz de España, a SEO/BirdLife: ‘La caza no afecta al tamaño de su población’” ya no se puede encontrar en la web ecologista.
El artículo desmontaba también las cifras presentadas por SEO/BirdLife, que aseguraban que «en España se contabilizan apenas 225.000 ejemplares» y hablaban de «un declive poblacional del 74 %», mientras el Proyecto Coturnix, impulsado por la Fundación Artemisan, cifraba en 3,2 millones la población de codornices en nuestro país. Una contradicción aún más flagrante si se tiene en cuenta que, según el Anuario de Estadística Forestal del Ministerio de Agricultura, se cazan legalmente más de 1.200.000 ejemplares cada año. ¿Cómo puede cazarse una especie supuestamente seis veces más de lo que se estima que existe?
Una organización que se aleja de la ciencia y abraza el activismo
La eliminación de la entrevista al mayor experto en codornices de España no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia preocupante en SEO/BirdLife desde que Asunción Ruiz asumió su dirección. Bajo su mandato, la organización —que fue fundada en sus orígenes por cazadores comprometidos con la conservación de las aves y la ciencia— ha ido abandonando el rigor científico para abrazar una deriva activista de corte claramente anticaza, sostenida por millonarias subvenciones públicas que recibe del Gobierno.
El caso de la codorniz no es el único ejemplo. SEO/BirdLife ha mantenido durante años un discurso ideologizado contra el silvestrismo —el llamado silvestrazo—, ignorando evidencias científicas y sociales y presentando estudios sesgados que han sido cuestionados por la comunidad científica para alimentar su narrativa.
La retirada de la entrevista es significativa: el testimonio de Rodríguez Teijeiro interfería con el relato oficial, según el cual la codorniz estaría al borde de la extinción, una idea que incluso Bruselas ha rechazado recientemente al no aceptar aumentar su grado de protección a nivel europeo.
Finalmente, basta con leer el documento de posicionamiento sobre la caza publicado en la propia web de la organización para confirmar esta transformación: un texto marcadamente ideológico que deja claro que SEO/BirdLife ya no busca analizar la caza como una herramienta de gestión, sino negarla y eliminarla por principios. Es el triunfo del fanatismo y el negacionismo frente a la razón científica.
Un rumbo preocupante para una entidad que, en otro tiempo, fue referencia en conservación y apuesta por la ciencia.
